Tras la reunión finalizada por la cumbre del G8 en la que se discutió sobre el futuro de Internet, la sensación general es la de un tiempo, el que se aproxima, con leyes aún más reguladoras que las actuales, donde el avance en la red seguirá marcada muy de cerca por las leyes de protección de la propiedad intelectual. Todos los países se mostraron de una u otra forma conforme con aumentar esa protección a través de nuevas leyes, todos menos uno. Rusia y su presidente fueron las únicas voces disonantes en el discurso final.
De entre las recomendaciones escritas que finalizaron en la declaración final, el “compromiso renovado para la libertad y la democracia en la red”, se habló claramente del futuro por el que aboga el grupo. En la sección 15 del escrito se destacaba la regulación en la red de la siguiente forma:
“… con respecto a la protección de la propiedad intelectual, y los derechos de autor en particular, las marcas, patentes y secretos comerciales, reconocemos la necesidad de tener leyes nacionales y marcos para una mejor aplicación. Estamos renovando así nuestro compromiso de garantizar una acción eficaz contra las violaciones de la propiedad intelectual y los derechos en el ámbito digital, incluidas las medidas que se ocupan de las infraestructuras actuales y futuras…”
Un mensaje apoyado por, entre otros, el propio Sarkozy, autor de la Ley Hadopi francesa y los grupos de presión conocidos como pueden ser la RIAA o la MPAA (de la que hace muy poco declaró el valor que le da a la cultura). Como decía al principio, solo Rusia y la voz disonante de su presidente Dmitry Medvedev se mostraron reacios a las futuras regulaciones. Aunque sus palabras no fueron reflejadas en el escrito final, son las únicas que suenan realmente a aperturismo y avance sobre modelos que actualmente no son compatibles con la realidad actual. Estas fueron sus palabras:
“…La declaración refleja una posición absolutamente conservadora, hablando de unos derechos de propiedad intelectual que deben ser protegidos de acuerdo a los convenios existentes. Nadie se pregunta esto, pero he declarado muchas veces que, por desgracia, esos convenios fueron escritos hace casi 100 años y son incapaces de regular el conjunto de las relaciones entre el propietario de los derechos de autor y los usuarios
Desafortunadamente, mis palabras no se incluyeron en la declaración, porque, en mi opinión, mis colegas tienen una opinión más conservadora de la necesaria en estos momentos, o tal vez simplemente no utilicen Internet y tienen muy poco conocimiento de él…”
Extraído de Bitelia