Sin duda una de las mayores preocupaciones de las grandes firmas al momento de fabricar nuevos e innovadores dispositivos es la relacionada con la autonomía, pues a pesar de que teóricamente pueden integrar baterías de mayor tamaño en dispositivos más grandes, como la tendencia actual marca, también es cierto que al dar el salto a mayores diagonales de pantalla con también mayores resoluciones, el consumo energético se incrementa. Es por eso que todo queda relegado al software para la optimización de tan importante factor. Y aún habiendo métodos para evitar quedarnos sin batería, sigue siendo un problema, al menos hasta ahora.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts han creado una nueva alternativa para facilitar la carga de nuestros smartphones, esta nueva alternativa lleva el nombre de MagMIMO, un dispositivo que permitirá cargar nuestros smartphones de manera inalámbrica y a distancia, pero que sin embargo aún se encuentra en fase de prueba.
MagMIMO hace uso de ondas magnéticas, como las del Wi-Fi, para la carga de la batería, de manera que se basa en tecnología vista en algunos routers, es decir que cuando el router detecta un dispositivo compatible incrementa la intensidad de la señal hacia la dirección en donde se encuentra dicho dispositivo.
Este dispositivo sigue esa premisa, pero usando bobinas que crean un campo electromagnético, que al detectar un smartphone equipado también con una bobina en el puerto de carga, envía toda la energía en esa dirección para comenzar con la carga automáticamente sin tomar en cuenta la posición o ubicación de dicho smartphone.
Los creadores de este dispositivo señalan que el consumo de energía de MagMIMO es similar al de cualquier otro cargador actual, pero con la ventaja de que solo se activará al detectar un equipo compatible, manteniéndose en fase de stand by cuando no haya alguno cercano, ahorrando energía de esta manera.
De volverse una opción comercial en un futuro, nos olvidaríamos de estar conectado y desconectado nuestros smartphones a la toma de corriente y simplemente al entrar en el rango de alcance del campo electromagnético, el cual por cierto es totalmente seguro ya que no tiene efectos sobre la piel humana según los propios investigadores, estos comenzarían su carga de manera automática.
Las primeras pruebas que se han realizado han arrojado resultados satisfactorios, pues han logrado cargar en su totalidad la batería de un iPhone 4S en aproximadamente cinco horas, aunque a una distancia máxima de 30 cm, sin embargo este es un avance significativo con el cual se puede trabajar hasta que sea perfeccionado y no haya necesidad de estar tan cerca de las bobinas.