El iPhone de Apple marcó un antes y un después en el mundo de los teléfonos inteligentes.
Sin embargo, no fue el único actor en la escena de la transformación de los smartphones a finales de la década de 2000. David Wood, cofundador de Symbian Software y considerado uno de los pioneros de las PDA, ofrece una perspectiva interesante sobre lo que pudo haber sido.
Las PDA: una era prehistórica para los jóvenes
Wood recuerda las PDA, dispositivos móviles con sistemas operativos como Symbian o versiones reducidas de Windows, que conectaban a internet, pero de una forma que hoy en día resultaría arcaica para las nuevas generaciones.
Asegura que, si la industria de las PDA hubiera reaccionado mejor al iPhone, la historia podría haber sido diferente.
Wood analiza lo que Symbian pudo haber hecho de forma distinta tras la presentación del iPhone por parte de Steve Jobs.
Las carencias de Symbian
El ejecutivo cree que Symbian careció de la “flexibilidad” necesaria para adaptarse al cambio que supuso iOS, y que, de haberlo hecho, “podrían haber sido mejores que el iPhone”.
Wood destaca la estrategia de Jobs de incluir un hardware potente en los dispositivos, en contraposición a la tendencia de los operadores de red de buscar dispositivos pequeños y baratos.
Visión de Jobs: un dispositivo caro y disruptivo
“Él veía claro que iba a ser un negocio disruptivo”, afirma Wood. “Tendremos el coste del dispositivo repartido en dos años. Y eso fue parte de lo que lo hizo exitoso”.
Para Wood, la clave del éxito del iPhone fue la estrategia de Apple de vender un dispositivo caro para la época, una apuesta que muchos consideraron arriesgada.
Sin embargo, en Cupertino no solo confiaban en el atractivo del producto, sino que también tenían una estrategia financiera sólida para amortizar el costo a lo largo del tiempo.
Un mercado dominado por Apple
El resultado: Apple construyó un mercado enorme a su alrededor, y el iPhone se convirtió en el líder indiscutible en la gama alta, con 7 de 10 de los modelos más vendidos. Aunque Samsung, OPPO y Huawei le hacen competencia en algunos mercados, la realidad es que el iPhone no tiene un verdadero rival global.
La reflexión de David Wood abre la puerta a un “What If” interesante: ¿qué habría pasado si Symbian u otros actores como BlackBerry hubieran reaccionado de manera más acertada? Un mercado con más competencia podría haber dado como resultado un panorama muy distinto al actual.