SCT rescata banda de 2.5 Ghz

La SCT dio inicio al procedimiento del rescate de todas las concesiones vigentes en la banda de 2.5 Gigahertz (Ghz), incluidas las de la empresa MVS Comunicaciones y 26 restantes que pertenecen a 11 operadores distintos. ¿Qué significa esto? ¿A quién afecta?
Según la SCT, la banda de 2.5Ghz se encuentra subutilizada, por lo que iniciara el proceso de reordenamiento, por lo que negara la prórroga de todas las concesiones vencidas y rescatara todas las concesiones vigentes.

Parece ser que MVS ofreció 500 millones de dólares para refrendar el 12% de las concesiones, pero el Gobierno le pedía 1,200 millones por 140 de los 190 Mhz.

MVS formuló hace dos años a la Comisión Federal de Competencia una consulta sobre un proyecto para construir una red inalámbrica de banda ancha con tecnología WiMax móvil y que, para efectos prácticos, implicaba una modificación de su plan de negocios y una sociedad con nuevos inversionistas. En ese entonces se habló de un ‘consorcio concesionario’ en el que participarían Alestra, Intel y Clearwire, y no se trataba de otra cosa más que de competir con el resto de los operadores de telefonía fija y móvil con servicios y planes tarifarios enfocados a los usuarios de los niveles socioeconómicos bajos y la oferta de servicios de acceso a internet de banda ancha en cualquiera de sus modalidades.

Existen grupos interesados en utilizar la banda de 2.5 Ghz y que acusan a la empresa de ser un monopolio. Si consideramos que uno de esos grupos incluye a Televisa…

El Gobierno Federal decidió negarle el derecho a refrendar las concesiones de la familia Vargas, así como la modificación del uso y cobertura geográfica. Y ahora ha decidido retirárselas.

Por otra parte Héctor Olavarría, subsecretario de Comunicaciones de la SCT, defendió las políticas públicas instrumentadas desde la dependencia, rechazó que las diversas decisiones que se han tomado en los mercados de telecomunicaciones y radiodifusión, se hayan dado con la finalidad de otorgar beneficios específicos a favor de algún agente económico, en lugar de buscar los beneficios del orden público.

¿Por qué no darle parte de las frecuencias a universidades y grupos sociales? México no sería el primer país que lo hiciera, pues como cuenta Raúl Trejo Delarbre, Estados Unidos ya destinó un segmento a usos educacionales.

Vía: Matuk,

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