La historia de la carga inalámbrica se remonta mucho más allá de los gigantes tecnológicos como Google o Apple. Si bien hoy en día asociamos esta tecnología con sus nombres, la realidad es que su desarrollo ha sido un proceso gradual que involucra a diversos inventores y empresas a lo largo de más de dos siglos.
Antecedentes: electricidad y magnetismo
Retrocedamos en el tiempo hasta 1820, cuando Hans Christian Oersted descubrió la relación entre la electricidad y el magnetismo. Este descubrimiento allanó el camino para las investigaciones posteriores de Michael Faraday y Joseph Henry, quienes realizaron los primeros experimentos de inducción electromagnética.
Casi un siglo después, en 1891, Nikola Tesla dio un paso crucial al realizar su experimento de transmisión de energía inalámbrica. En este experimento, Tesla logró encender un pequeño bulbo sin cables, sentando las bases para lo que se convertiría en la carga inalámbrica moderna.
Primeras implementaciones de esta tecnología
Avancemos hasta el año 2007, cuando Afshin Partovi y Michael Sears patentaron su invento: un sistema de carga inalámbrica por inducción. Un año después, en 2009, Palm presentó su teléfono Palm Pre, el primer smartphone en incorporar esta tecnología de manera masiva, utilizando un cargador llamado Touchstone.
En 2012, el Wireless Power Consortium (WPC), una organización con más de 600 socios en la actualidad, creó el estándar Qi para la carga inalámbrica. Ese mismo año, Nokia lanzó el Lumia 920, el primer teléfono en incluir este estándar.
Samsung y LG también se unieron a la tendencia, ofreciendo opciones de carga inalámbrica para sus modelos Galaxy S3 y Nexus 4, respectivamente.
Un punto de inflexión llegó en 2017 cuando Apple anunció su soporte para el estándar Qi. Esta decisión consolidó a Qi como el estándar universal para la carga inalámbrica, impulsando su adopción en la industria.
En 2020, Apple dio un nuevo giro a la historia con la introducción de MagSafe en sus iPhone 12. Esta tecnología, que ya se utilizaba en sus computadoras MacBook, combina la carga inalámbrica con la fuerza magnética para ofrecer una experiencia de carga más segura y versátil.
¿Qué le depara a esta tecnología?
Si bien la carga inalámbrica ha recorrido un largo camino desde sus inicios, aún queda espacio para la innovación.
En la actualidad, existen opciones para convertir cualquier dispositivo móvil a carga inalámbrica, y la tecnología continúa evolucionando para ofrecer mayor rapidez, eficiencia y compatibilidad.
A pesar de las ventajas que ofrece la carga inalámbrica, muchos usuarios aún prefieren la carga por cable, especialmente con la llegada de la carga rápida. Sin embargo, la comodidad y practicidad de la carga inalámbrica la convierten en una opción cada vez más atractiva para los consumidores.