Desgraciadamente no conocíamos correctamente el contenido del paquete y nuestro viaje era realmente de austeridad, dado que para disfrutar Cancún hay que estar muchos días y traer bastantes billetes verdes. Aún así el primer día fue muy tranquilo y solo caminamos recorriendo el hotel, nos informamos bien que contenía nuestro paquete, bebimos mucha cerveza y el día pasó sin mayor ajetreo, salvo un gran apagón que duró toda la noche.
El segundo día fue mejor, rentamos un coche y visitamos el centro de Cancún, compramos los clásicos recuerditos para la familia y dimos muchas vueltas, había que aprovechar el carro rentado, ya que la gasolina nos rindió mucho por estar al nivel del mar. Sin darnos cuenta ese día recorrimos 100 km y gastamos en aproximadamente media hora, eso en la ciudad, ni imaginarlo. Desgraciadamente nos detuvo un policía de tránsito por circular a 70 km/h en una zona de 40 km/h, yo creo que más bien fue que nos vieron cara de turistas; de cualquier forma increíblemente $35 pesos nos libraron de la multa y proseguimos nuestro camino (todavía me sigo riendo de los 35 pesos).
En la noche siguió la reunión del Hispapug Quintana Roo, yo nunca había ido a una y me la pasé muy bien con Leo, Saúl y los demás asistentes a la reunión, compartiendo programas, Leo mostrando su Fossil Abacus, Saúl compartiendo películas y experiencias, como añoro ahora una reunión de ese estilo más cerca de mi casa y así terminó nuestro segundo día en Cancún.
El tercer día iba a terminar más rápido, nuestro avión salía a las 5:30 p.m. y la habitación había que desocuparla a las 12:00 p.m., nos levantamos algo tarde porque la noche anterior un canadiense de nombre Danny nos invitó un licor que traía él de su país, se llamaba Jaggermaister (todavía estoy buscando esa botella, sabía muy bueno), pero yo que casi no tomo terminé muy mareado y me fui a dormir, desperté a las 10:00 a.m. más o menos y corrimos a la playa el tiempo que pudiéramos, ni habíamos entrado al mar los dos días anteriores.
Volvimos ya casi a las 12 y corrimos para salir del cuarto, mientras esperamos que diera la hora en que pasaban por nosotros para volver al aeropuerto de Cancún, triste hora las 3:00 p.m. del 22 de mayo, volvíamos a México.
El vuelo de regreso pasó sin contratiempos excepto que creo que había un poco de tráfico en la pista de aterrizaje porque tardamos en tocar tierra, pero fuera de eso todo estuvo perfecto.
El viaje estuvo excelente, como lo dije, tuvimos vida de reyes pues podíamos comer todo lo que quisiéramos, beber hasta hartarnos, nadar en la alberca, en el mar, la habitación era de primerísima calidad, había gimnasio, sauna, vapor, muuuucha cerveza y lo que más disfrute, muy buenos amigos en la reunión.
Ser fanático de PDA México y de Palm tuvo una enorme recompensa, algo que nunca creí posible.
Gracias por todos los contenidos, sugerencias y ayudas de parte de ustedes, espero pagarles tantos momentos de entretenimiento y aprendizaje que he tenido leyendo la página, además de tan padrísimo viaje.
Gracias por todo!
dark_orochi@hotmail.com
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