Recientemente tuve la oportunidad de realizar de nuevo unas interesantes ( para algunos pueden resultar descabelladas ) pruebas, en donde pude comprobar una vez más la versatilidad de los equipos pda.
En unas breves vacaciones en las paradisíacas playas del Caribe me acompañaron dos Treos, uno 600 CDMA y uno 650 GSM,
En la noche también pueden ser utilizados:
Durante el día:
Pues bien, aprovechando la oportunidad decidí poner a prueba las capacidades de comunicación submarina (por ahora pocos centímetros bajo el agua), si tengo un reloj sumergible, ¿ podría mi Treo serlo ?
La Prueba
Consistió en probar que tan fácil sería la conexión a internet vía CDMA con el servicio de Iusacell, utilicé la funda aquapac y el Treo 600 CDMA. Pude haber utilizado la funda armor, pero como tiene una tapa de plástico rígido, antes de la membrana para escritura, y estaba de “nana” no podía darme el lujo de tener dos manos libres.
El Treo 600 listo para la prueba
Ya sin vuelta atrás el teclado sumergido
Ya en el fondo de la piscina no salieron muy claras las imágenes que tomé con una Cybershot, pues la funda aquapac en la que coloqué la cámara digital tiene la parte trasera de color, lo que impedía visualizar correctamente que imagen saldría en la fotografía:
El Teclado sumergido:
Ya en el fondo del agua:
Estando sumergido estuve chateando con el Verichat (lo uso en lugar del Mundu, pues permite el envio de archivos adjuntos), Maggy Molina y Eduardo Pacheco amablemente sostuvieron “la chateada”.
La prueba fué un éxito, si es posible chatear vía CDMA estando sumergido en una piscina.
También lo probé en el jacuzzi y el resultado fué el mismo, se “chatea sin problemas”
Conclusión
Como comenté en el más reciente PdaCast: “Todo con medida”, puede parecer contradictorio, pero el llevarse la “Oficina móvil” (léase Treo) puede ayudar a resolver problemas, sobre todo si uno es el responsable de tomar decisiones.
Con este “boom” de la comunicación inalámbrica, y gracias a los carriers que cada día llegan a mas lugares, ya no será nada raro escuchar en alguna playa “El Canto del Treo” (léase el característico sonido del timbre del Treo), y no se sorprendan si son embelezados por:
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