Crónica de Ida y Vuelta…al PalmOS

La PPC más barata del mercado. Tenía el dinero de mi escaso sueldo en el bolsillo, y un montón de facturas pendientes. La letra del coche, la cuota de autónomos, mi ADSL…

O la 72 o esa PPC para saber de qué reniegan tanto los palmeros… Aunque teniendo en cuenta la estructura y el perfil de usuario que maneja esas máquinas (ppc)… No me extraña…

Como TECNOPALM, como mis amigos de Tecnopalm, como el paraíso de las palm… No hay nada. No he conocido un portal de mayor nivel humano.

El caso es que cuando llegué a casa con el nuevo paquete, estaba ilusionada por descubrir un nuevo mundo, igual de hermoso pero diferente.

Chicos, lo confieso, me dejé engañar. Me quedé fascinada a primera vista, al coger el STYLUS de la HP, al escuchar su voz celestial, nítida y arrogante cuando hablaba. Una voz menos enlatada que la de mi Zire. Ese audio perfecto y sofisticado de los avisos, ese Windows Mobile, esa tierra nueva, llena de posibilidades… Un universo perfecto. Me volví a enamorar…

Había detestado cientos de veces el abuso de poder y los esfuerzos por adquirir el monopolio informático de Windows, y ahora me encontraba fascinada, arrobadísima, frente a ese entorno elegante del Pocket Pc.

“Bueno”, me dije, “Esto no puede ser verdad, tiene que ser un espejismo. Seguro que la escritura en Mobile es mucho más latosa…. Los acentos, ¿dónde están los acentos? “

Qué va, chicos, al deslizar el Stylus por la pantalla de Hipakita, practicar con acentos y otros caracteres similares, descubrí sorprendida que la escritura sobre ella era más natural.

“¿Dónde quedó aquel lema de… Teniendo una PALM, ¿quién quiere un PC en el bolsillo?, ¿dónde?” , me pregunté con nostalgia.

Como es natural, y todos vosotros lo sabéis, como nueva usuaria de PPC quería acercarme más a su mundo. CONOCERLA. No entendía bien lo que querían decir algunos palmeros con… “el lado oscuro”. Pues bien, lo primero que hice fue daros a vosotros la noticia. Algunos no dijeron nada, otros, como Leo, manifestaron con franqueza que si estuviera dentro de sus posibilidades, hubieran hecho lo mismo. Hecho que me llenó de alegría y respeto por nuestro amigo. Y también otros mostraron su lógica decepción.

Pero amigos, os prometí que volvería. Que el amor que le había profesado a Zirita, era cosa seria. Que las satisfacciones que Zirita me había proporcionado, no eran algo que pudiera olvidarse así como así. Y ahora os relataré cómo y por qué volví a Palm.

Muchos usuarios de Pocket, sueñan absurdamente con que poseen la mejor máquina del mercado. Como si después de Palm, el salto a PPC les hubiera vuelto adultos de pronto. Unos adultos pedantes, muy españolines, que piensan que con sus juguetes y su medio kilo en el bolsillo, Windows les va a llevar al paraíso.

Reconozco que soy de las que se han dejado la piel y el capital en experimentar con estas máquinas. Desde mi Sony Clié, Zirita 71 y Hp ppc, hasta mi regreso a los orígenes con ZIRE 72, me he dejado casi medio kilo en el experimento. Una Palm de gama media, una de gama alta, y un pocket de gama baja… O al menos eso dicen.

Algunos pensarán que me desilusionaron en el reino de las sombras. En parte es cierto, pero lo que intentaba no era reemplazar a Zirita por un juguete mejor, sino comprar, comparar y quedarme con la mejor.

Windows Mobile me sumergió en la ilusión de que tenía un auténtico pc, como mi ordenador de sobremesa, en el bolsillo. Tenía un escritorio muy desdeñable, la verdad. No disponía de la alta gama de personalización ni software para este fin, del que dispone Palm. Descubrí en el Mobile, un mundo en el que puedes sumergirte con comodidad si eres una persona poco creativa, resignada a las leyes y dictaduras del entorno Bill Gates. Eso sí, facilitaba tareas que en palm son más costosas, pero al fin y al cabo, ¿no era esa la intención de Gates cuando soñó con Windows? ¿En qué piensa un hombre cuando la mayor parte de su vida, se la ha pasado realizando las cosas con mucho más esfuerzo que los demás? En simplificar. Ese era el sueño de Bill Gates, un informático minusválido que añoraba ventanas con las que mirar el mundo.

Crear, imaginar, soñar, es muchas veces una tarea difícil para aquéllos que están acostumbrados a no abrir ventanas, sino mirar por las que ya han sido diseñadas por otros. Bill Gates era el constructor, el resto los invitados.

Cuando conocí el par y medio de portales de los que dispone PPC, llenos de usuarios, eso sí, porque no tienen otro lugar a donde ir, me dije: “Uuuyyy… “Cuando entré en los foros y leí los tópics, dije: “Aaay… Aquí no hablan más que los típicos borregos que se creen los amos del mundo.” Formulé varias preguntas, y como suponía que iba a ocurrir por el tono de la conversación en la que debatían ciertos usuarios, fui ignorada. Eso sí, seguían hablando, pero mi mensaje como si no estuviera. “¿También hay clasismo en esto de las PDAs?”, me pregunté. Jaja… Me hizo tanta gracia que todavía no he terminado de reírme. Y todo porque mi pocket no es de alta tecnología… jajajaja … Todo porque Hipaka es “la peor Pocket Pc del año”.

Uno de esos días en que te encuentras harta de todo y decides tomarte la mañana libre para librarte del dichoso estrés de la semana, bajé al FNAC de Madrid para dar un paseo por la sección de informática. Obvié las secciones de portátiles que tanto me fascinaban antes. Era evidente que mi única intención se concentraba por entero en las Pdas.

Como nota interesante diré que ya había sacado a Zirita de su caja para llevarla de viaje a Salamanca y tomar fotos de la experiencia. Después de unas frustrantes semanas con HP iPAQ tacatá, tener a Zirita entre mis dedos, azulina y sólida, con su entorno Palm, su escritorio de sueños, sus cuantiosas aplicaciones, su carita lavada con un fondo antiwidows, su launcher, su Kinoma, sus vídeos, su… En fin, me llenó de añoranza. Había sacado más partido a sus escasos 16 MG de memoria Ram, que a los 32 MG de iPAQA. Fue en ese momento cuando comprendí la superioridad de Zirita. Una superioridad que no pueden eludir ni los PPceros más acérrimos.

Allí, frente a los stands de palm, busqué a esa legendaria ACER que tiene fascinados a algunos usuarios de PPC. Fue frustrante porque sólo había 4 Pdas. Cuatro, sí, pero 4 contando a Zire 72, que es la mejor del mundo.
“A principios de mes y con una lista de facturas pendientes, cometería una locura si sacara mi billete de 500 € para llevarme esta Zire”, me dije. De modo que puse mis ojos en el stand de accesorios y busqué un teclado. Allí estaba el precioso tecladito inalámbrico para Zire y Tungsten de PALMONE. Pensé en Hipaki, pensé en negro. Y luego pensé en azul, pensé en Zire. “¡Qué demonios!, ¡me lo llevo!”, me dije. Cogí el paquete y lo pagué en caja.

De camino a la puerta de salida reculé hasta la sección de Pdas. Allí brillaba, plateada en su embalaje, la hermana mayor de Zirita. Qué duda cabe que de entre todas la que existen en la tierra, la Pda más bonita y atractiva es la Zire 71 con su marco azul. La 72 es mona, sí, pero destaca menos, se confunde con la mayoría y no destaca por su apariencia. Si no hubiera tenido ese problema de pintura desconchada que obligó a Palm a lanzar la nueva serie plateada, la 72 no hubiera tenido mucho que envidiarle a Zirita. “Pero bueno…”, y toqué el bolsillo de mi pantalón pensando en mis cuatrocientos y pico eu
ros restantes, “No hay que olvidar el Bluetooth, la ampliación de memoria considerable, el micrófono, la cámara… “Mierda”, “mierda”, “mierda”… Y el teclado que tengo en la bolsa. No lo he comprado de adorno… “Me armé de valor y alargué mi mano hasta la fila de Zires.

Jamás un Ppcero profesará tanto amor y respeto por su Pda, como un palmero. Algo tendrán las Palm que hace de sus usuarios más “humanos”, en contraposición con los dueños de Ppcs.

Entre mis manos estaba esa máquina. En mi cerebro una pregunta: “En pocos meses he comprado a Zire y a Hipakita. ¿Qué va a ser de mi vida este mes si me llevo la 72?”

En fin, que allí estaba. Parada en los pasillos de Pdas con una Zire entre las manos. Sentí un cosquilleo entre mis dedos. “¿Haré frente a mis gastos de este mes con la escasez de dinero que me va a suponer un gasto así? ¿Quién paga el coche?, ¿quién paga los autónomos, las multas, el ADSL, el tabaco…?”. Cerré los ojos. Habitualmente voy con los ojos cerrados y una venda negra de dos centímetros de grosor, cuando se trata de ser consecuente y responsable en la vida. Ese disfraz le ha supuesto muchos disgustos a mis padres, al tener que hacerse cargo de las consecuencias de mi irresponsabilidad.

Estos meses he salido más o menos ilesa con los gastos de mis Pdas, pero me ha supuesto una factura impagada de 208 euros del coche, y otros 61 del ADSL de los ladrones de telefónica.

“Bueno, bueno, bueno…”, me dije, “Si me pongo a deliberar, me dejaré vencer por el miedo. Así que voy a cerrar los ojos una vez más y…”

Aquí estoy. Escribiendo esto para vosotros en mi nueva Zire 72. Plateada, maravillosa y LIBRE”

 

 

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