El caso de WikiLeaks es muy bien conocido por muchos, pues este uno de los más grandes casos de opresión contra la libertad de expresión, pues este grupo de personas pertenecientes a dicha organización filtraron información oculta por el gobierno. Sin embargo, el problema es que la localización de los integrantes de la organización se debió a que Google entregó información confidencial y datos relevantes sobre su paradero al FBI, la cual fue obtenida mediante los datos registrados en los emails que se enviaban entre sí a través de la plataforma Gmail, perteneciente a Google.
WikiLeaks informó en un comunicado que ha presentado una denuncia contra Google debido a que entregó al gobierno de Estados Unidos, información de metadatos y todos los emails de 2012 enviados entre tres empleados clave del grupo, que corresponden a Sarah Harrison, editora de investigación, Joseph Farrell, editor, y la periodista y portavoz Kristinn Hrafnsson.
El FBI requirió a Google la entrega de la información con una orden judicial por acusaciones de “conspiración” y “espionaje”, por lo que el buscador se puso en contacto con los tres empleados para informarles que su información había sido entregada a las autoridades. Esto fue mal visto por WikiLeaks debido a que argumentan que Google obedeció inmediatamente al gobierno, atentando contra la privacidad de los usuarios y la libertad de prensa.
WikiLeaks afirma que Google no les notificó de manera inmediata que había recibido órdenes judiciales, sino que entregó la información al gobierno de Estados Unidos y posteriormente se pusieron en contacto con ellos. Sin embargo, Google asegura que recibieron una orden judicial privada que obligaba a la empresa a no notificar ni discutir en público esa petición de datos.
Fuente: WikiLeaks