Las redes WiFi se han vuelto indispensables en nuestra vida diaria, pero su uso indiscriminado puede exponernos a peligros. A continuación, detallaremos los riesgos más comunes y cómo protegernos al conectarnos a estas redes.
Riesgos de las redes WiFi
- Intercepción de datos: La información que viaja por las redes WiFi puede ser interceptada por personas maliciosas si no se toman las medidas de seguridad adecuadas.
- Redes falsas: Los ciberdelincuentes crean redes WiFi con nombres e incluso contraseñas similares a las legítimas para engañar a los usuarios y robar su información.
- Distribución de malware: Las redes abiertas o con poca seguridad son caldo de cultivo para la distribución de malware, que puede infectar nuestros dispositivos y robar nuestros datos.
Si bien las redes WiFi son prácticas, es importante ser conscientes de los riesgos que conllevan. No las usemos para acceder a información confidencial como cuentas bancarias o correos electrónicos. Si es necesario usarlas, optemos por una conexión VPN que cifre nuestros datos.
Seguridad en las redes WiFi empresariales
En el ámbito empresarial, las redes inalámbricas deben ser especialmente seguras, ya que son vulnerables a ataques que pueden comprometer los sistemas y la información sensible. Es importante proteger los dispositivos IoT conectados a estas redes, ya que pueden ser un punto de entrada para los atacantes.
A lo largo de los años, se han visto ataques a redes WiFi que han tenido graves consecuencias.
Un ejemplo es el ataque a TJX Companies, donde se robaron datos de tarjetas de crédito de millones de clientes. Otro caso es el ataque KRACK, que reveló una falla en el protocolo de seguridad WPA2, permitiendo la intercepción de datos cifrados.
Las redes WiFi del gobierno no están exentas
En el sector gobierno, las redes WiFi son cruciales para las ciudades inteligentes y los proyectos de IoT. Un ciberataque a estas redes puede tener consecuencias devastadoras, como la interrupción de servicios públicos, el robo de información sensible y la manipulación de sistemas críticos.
Para protegerse de ciberataques, los gobiernos deben implementar medidas de seguridad robustas, como:
- Cifrado avanzado (WPA3)
- Firewalls de próxima generación
- Autenticación multifactor (MFA)
- Segmentación de redes
- Monitoreo continuo y detección de anomalías
- Actualización constante de sistemas
- Uso de VPNs para acceso remoto
- Políticas de seguridad sólidas
- Capacitación en ciberseguridad para el personal
- Auditorías de seguridad periódicas
Estas medidas aseguran la protección de la infraestructura y la información sensible, garantizando la continuidad de los servicios públicos y la confianza de los ciudadanos.