Una vez más Whatsapp vuelve a ser el banco de la inseguridad, al detectarse una vulnerabilidad que permite identificar a los participantes de una conversación, por medio de la asociación.
Este tipo de vulnerabilidad permitiría servir para que los hackers puedan extorsionar a personas, para sacarles datos sobre todo si andan en negocios o en relaciones de dudosa procedencia, ya que se puede espiar, con base en los patrones de sueño y de levantarse.
Lo peor del tema, es que se requiere poco conocimiento técnico y una laptop para hacer uso de esta hueco de seguridad. Basta con revisar el último contacto con el que se habló y el estado para poder hacer inferencias entre los mismos y determinar los vínculos entre las personas que están “online”.
Este monitoreo de actividad es prácticamente imposible de evitar ya que no hay opción de quitar la opción “online” ya que se activa cuando se usa el servicio, aunque el estado no pueda ser visualizado si está confirmado de dicha forma.
Este hueco de seguridad fue descubierto por Rob Heaton, quien antes ha hecho otros, igualmente relacionados con la seguridad. La información es poder, y el análisis de la misma puede indicar patrones de comportamiento y de sueño. De hecho indica que con base en los mismos se podría crear apps que crucen los datos e identificarlos y venderlos con propósitos comerciales en el mejor de los casos. Otros estudios incluso indican que lo mismo se puede hacer con Facebook… y el resto de mensajeros actualmente en el mercado, siendo un problema universal en este tipo de apps.
Con información de The Next Web