De acuerdo con una investigación realizada por organizaciones que analiza el desarrollo del grupo NSO de Israel, que está detrás del potente programa espía Pegasus, se dice que este programa se utilizó en ataques exitosos en diversos teléfonos inteligentes con sistema operativo Android y iOS. El software tuvo acceso a información y archivos privados, como mensajes, correos electrónicos, fotos, y fue capaz hasta de grabar conversaciones activando el micrófono de los dispositivos hackeados, todo vía remota.
Cabe señalar que en la investigación se reveló que México era parte de los clientes de este grupo israelí. Durante el sexenio pasado gobernado por EPN, el software Pegasus espío alrededor de 15,000 números telefónicos de periodistas, así como de investigadores y defensores de derechos humanos. Esto habla de que el gobierno mexicano estuvo espiando a personas influyentes dentro del periodismo mexicano y otras áreas que eran de interés.
Sin embargo, México no era el único que aparecía dentro de la lista de los países clientes y que hacían uso del programa espía, sino también países como Azerbaiyán, Bahréin, Kazajstán, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudita, Hungría, India y Emiratos Árabes Unidos eran clientes de NSO. El análisis del consorcio de los datos filtrados identifico al menos 10 gobiernos que se cree que eran clientes del grupo israelí y que estaban ingresando números a un sistema.
Esto indica que el uso del software espía no solo estaba destinado para espiar periodistas mexicanos durante el sexenio de EPN, sino también otros gobiernos lo utilizaban para espiar y hackear a activistas, periodistas y funcionarios gubernamentales de todo el mundo. Este programa, según la empresa NSO, está únicamente destinado para utilizarse contra delincuentes y terroristas, y no tiene ningún otro propósito, aunque las investigaciones digan lo contrario.
El resultado de la investigación dio como resultado que Pegasus tuvo acceso a más de 50,000 números de teléfono de personas de interés para los clientes de NSO desde 2016. El equipo que está detrás de la investigación identificó a más de 1,000 personas de más de 50 países incluidos personalidades, ejecutivos de empresas, activistas de derechos humanos, 189 periodistas y más de 600 políticos y funcionarios de gobierno.