El Parlamento Europeo ha dado luz verde a la Ley de Inteligencia Artificial en una votación histórica. Además, se ha acordado imponer restricciones al uso de cámaras equipadas con reconocimiento facial, con el objetivo de salvaguardar la privacidad y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Un gran paso para la humanidad
Con una amplia mayoría de 499 votos a favor, 28 en contra y 93 abstenciones, la aprobación en el parlamento representa el primer paso hacia la implementación definitiva de la Ley de Inteligencia Artificial. Ahora, el proyecto de ley pasará al Consejo, donde será sometido a un proceso de tramitación y consideración antes de su aprobación final.
La Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea tiene como propósito establecer límites claros y regulaciones en el uso de la IA, especialmente en lo que respecta a la protección de la privacidad, los derechos humanos y la propia existencia de los seres humanos.
Esta legislación busca garantizar que el desarrollo y la implementación de la IA se realicen de manera ética y responsable, promoviendo la confianza y el bienestar de los ciudadanos en un entorno cada vez más digitalizado.
¿De qué se trata esta nueva ley?
La Ley de Inteligencia Artificial establecerá prácticas prohibidas para garantizar un uso responsable y ético de esta tecnología.
En primer lugar, se prohíbe el uso de inteligencia artificial en cámaras de videovigilancia en espacios públicos, tanto en tiempo real como en análisis posterior. Sin embargo, se establece una excepción en casos de investigación de delitos graves, previa autorización judicial por parte de la policía.
Además, se prohíbe la creación de categorías biométricas identitarias basadas en género, etnia, religión u otros criterios. El objetivo es evitar la discriminación y proteger la privacidad de las personas.
Asimismo, se prohíben los sistemas policiales predictivos que utilizan perfiles criminales o historiales delictivos, así como el uso de inteligencia artificial para el reconocimiento de emociones en fuerzas de seguridad, lugares de trabajo o entornos educativos.
Por último, la ley también prohíbe la creación de bases de datos de personas utilizando imágenes obtenidas de Internet o sistemas de circuito cerrado de televisión. Esta medida busca salvaguardar la privacidad y evitar la vigilancia indiscriminada de los individuos.
Regulaciones para ChatGPT y otras IA generativas
En lo que respecta a la inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, DALL-e, Bing con IA, Stable Diffusion, Google Bard, entre otros, la Unión Europea ha decidido implementar medidas que aseguren su uso responsable. En primer lugar, se exigirá que estos modelos de IA se registren en una base de datos antes de ser comercializados.
Además, se requerirá que estos modelos eviten ofrecer respuestas que representen riesgos para la salud, la seguridad, los derechos fundamentales, el medio ambiente, la democracia y el Estado de Derecho. La prioridad es garantizar que la implementación de la IA se realice de manera segura y ética, preservando los valores y principios fundamentales de la sociedad.
Por otra parte, se establecerá la obligación de que todo el contenido generado por IA lleve una marca distintiva, como una marca de agua o un texto explicativo sobre su origen. Esto permitirá a los usuarios identificar claramente cuando están interactuando con contenido generado por IA, fomentando la transparencia y la confianza en el uso de estas tecnologías.
Respeto a los derechos de autor
Además, se exigirá que estos modelos de inteligencia artificial detallen de manera precisa los datos protegidos por derechos de autor que han sido utilizados en su desarrollo. De esta manera, se busca asegurar la transparencia y el respeto a los derechos de propiedad intelectual en el ámbito de la IA.
No obstante, se contemplarán casos específicos en los cuales la inteligencia artificial podrá obviar estas regulaciones, como en proyectos de investigación o en sistemas de IA de código abierto. Esto permitirá fomentar la colaboración y la innovación en estos ámbitos particulares.
Esta aprobación de la Ley de Inteligencia Artificial en el Parlamento Europeo es un paso crucial para abordar los riesgos y las violaciones de derechos que actualmente se están produciendo en el ámbito de la inteligencia artificial comercial.
La Unión Europea se sitúa a la vanguardia al proteger los derechos y la privacidad de sus ciudadanos, estableciendo un marco regulatorio necesario para garantizar un desarrollo ético y seguro de la IA.
