Desde diciembre había la amenaza latente de que Estados Unidos iniciaría una investigación hacia Huawei por peligro nacional en enero y ésta al parecer ya ha iniciado.
A pesar de que la marca se ha defendido y negado una y otra vez que no espía para su gobierno y que no hay relación entre su trabajo y el de su país, y hasta se han realizado arrestos, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha levantado cargos criminales contra la marca por supuestos robos de secretos comerciales.
El caso se remonta a 2014, cuando el operador telefónico americano T-Mobile pagó a Huawei para producir teléfonos. En su relación comercial, la marca china utilizó empleados que tuvieron a su cargo a los robots “Tappy”, encargados de realizar las pruebas de control de calidad de los smartphones.
Según la demanda puesta contra la empresa, esos empleados no solo robaron información del robot, sino que se agarraron la punta de la máquina que realiza las pruebas.
En 2017, un jurado en Seattle, Washington, dictaminó a favor de T-Mobile y le concedió $4 millones 800 mil dólares por incumplimiento del contrato con Huawei. A su vez, ellos respondieron la demandada y aceptaron que los empleados actuaron mal.
Esa demanda es la que está investigando el Departamento de Justicia como robo de secretos comerciales y al parecer, está avanzada y pronto habría un dictamen. Parece que este caso le dio pretexto a dicho país para ponerle trabas a un asunto terminado.
Con información de Wall Street Journal
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