El 2022 trajo consigo oportunidades en innovación y adelantos en la industria, y con ello, también se abren las puertas a amenazas más sofisticadas y peligrosas para las empresas. A continuación, se presentan las principales tendencias clave que observaremos en los sectores en este año 2023.
El riesgo cibernético como un factor clave para la selección de proveedores. Con el aumento y el riesgo de ataques a la cadena de suministro, factores como la resistencia cibernética, las evaluaciones de vulnerabilidad y el nivel del seguro cibernético pasarán a formar parte de los criterios de selección para hacer negocios.
Aumento de los ataques cinéticos coordinados. El ciberespacio ha sido un campo de batalla para muchas naciones-estado. En 2023, se observará un aumento de la actividad coordinada desde los entornos cibernético y físico contra las infraestructuras críticas. En el sector privado, la seguridad física de los usuarios frente a ataques coordinados que abusan de los sistemas IoT u OT será una preocupación clave.
La responsabilidad social y medioambiental pasa a ser una de las prioridades de los CISO. Dado que se espera que las actividades digitales alcancen el 7% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2025, las empresas están recurriendo a la transformación digital como herramienta para reducir sus emisiones.
Del ransomware a ladrones sigilosos. Los actores de amenazas utilizan cada vez más software y técnicas sigilosas para robar datos sin que las víctimas sean conscientes de ello. En contraste con el modelo de negocio del ransomware, que exige el pago, la información robada o las cripto carteras se venden o aprovechan directamente mientras el actor de la amenaza permanece oculto.
Seguridad en la nube pero no demasiado lejos. La necesidad de casos de uso de baja latencia (IoT o robots), la experiencia óptima del usuario y las preocupaciones normativas, como la localización de datos, exigirán que las capacidades de procesamiento de datos se sitúen cerca del lugar donde el usuario consume el servicio.