Se ha escuchado mucho de que las agencias gubernamentales de Estados Unidos han hecho mucho espionaje a gobiernos, empresas, sujetos particulares entro otros objetivos. El caso más famosos ha sido la NSA. Sin embargo, no son los únicos, ya que documentos recientes han puesto al descubierto que otra agencia ha hecho algo similar con los ciudadanos de ese país. Resulta que la DEA (Drug Enforcement Administration) también estuvo recolectando información de las llamadas telefónicas. Esto se descubrió gracias a que un Departamento de Justicia dio a conocer que se realizaron grabaciones de cada llamada hecha desde los Estados Unidos a Irán entre otros países.
Los registros telefónicos se mantuvieron por 15 años, y sólo se detuvieron cuando se descubrió gracias a filtraciones, este hecho en septiembre de 2013. Si bien la DEA no se quedó con los contenidos de las llamadas, esas no se obtuvieron por medio de ordenes judiciales, sólo bastó que sean aprobadas por los agentes federales. Otra diferencia, es que en este caso los intereses eran únicamente relacionados con problemas de ese país.
La DEA no consiguió el contenido de esas llamadas, pero también no tuvo supervisión judicial ya que sólo se requirió la aprobación de los agentes federales. A diferencia de la NSA, este programa estaba destinado únicamente para los delitos internos como el narcotráfico.
Uno de los problemas de este programa, si bien ayudó a atrapar delincuentes, fue su falta de claridad, ya que no estuvo bajo controles judiciales y eso hizo que se hayan cambiado algunos datos para encubrir que la fuente de la información fue obtenida a partir de registros de llamadas. Por si fuera poco, la información obtenida se compartió con agencias como el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional.
Actualmente la base de datos de las llamadas supuestamente no existe. Sin embargo, se mantiene la preocupación respecto a la falta de privacidad que se considera aceptable para poder obtener datos que se requieren no sólo para seguir casos de terrorismo, sino de delitos comunes.
Fuente: Reuters