Hace unos meses los usuarios del iPhone 6 y iPhone 6s empezaron a experimentar fallos en el smartphone, cuando se apagaban de forma repentina. Apple consciente del problema se dio a la tarea de darle solución, la cual llegó en forma de actualización con iOS 10.2.1 aunque no lo anunció en su momento.
Claro el programa de reemplazo de baterías también ayudó pero no lo solucionó del todo, cuando la culpa fue dada al “aire filtrado”, teoría que nadie creyó y que de todas formas solo hizo que otros usuarios siguieran con el problema.
De allá la importancia de que en la versión más reciente esté instalada, para que más equipos resuelvan ese problema, si bien el porcentaje de efectividad parece ser del 80% en usuarios del iPhone 6s y del 70% en los que posee el iPhone 6/6 Plus.
Otra mejora es la de poder reiniciar el equipo sin necesidad de estar conectado a la energía eléctrica.
Con información de Pocket Now