Al momento de elegir un nuevo smartphone pueden surgir varias dudas sobre cuál es el mejor y si realmente vale la pena un modelo superior o sólo son detalles superficiales. En este artículo veremos las semejanzas y diferencias del celular estrella del mercado, el iPhone 13 y su versión Pro. De la mano de Apple, el nuevo iPhone 13 llegó para deleitar a los usuarios más demandantes. Como recomendación general, hay algunos aspectos claves que uno debe prestar atención cuando compra un nuevo móvil como son la capacidad de memoria, la RAM, las características de las cámaras frontales y traseras, el tamaño de pantalla y la duración de la batería. Comparando esas especificaciones entre los modelos se puede identificar cuál es superior.
Pantallas
A simple vista el iPhone 13 y el iPhone 13 Pro son idénticos y, es más, son bastantes similares al iPhone 12. Para destacar uno de sus aspectos en común, podemos decir que ambos cuentan con pantalla super retina XDR de 6.1 pulgadas. Como su nombre lo indica, la pantalla del Pro cuenta con ProMotion lo que significa que la animación y los deslizamientos son más fluidos y claros en este equipo. Si eres un amante de los juegos del móvil, el iPhone 13 Pro es una excelente opción.
En lo que respecta al brillo de la pantalla, ambas pueden llegar a 1200 nits para Dolby Vision HDR. Sin embargo, el iPhone 13 Pro presentará una imagen más nítida en aquellos días soleados que dificultan mucho la visión.
Procesador y almacenamiento
La capacidad de almacenamiento va a depender de la versión que elijas ya que ambos modelos cuentan con memorias de 128, 256 y 512GB. Por su parte, el iPhone 13 Pro también ofrece una versión de 1 TB siendo de las más superiores del mercado. Otra información relevante es que cuentan con el nuevo chip de Apple A15 Bionic que es de la tecnología más avanzada hasta el momento. Asimismo tienen un procesador de 6 núcleos pero difieren en el GPU: el iPhone 13 tiene 4 núcleos mientras que el Pro posee 5. Si te estás preguntando para qué te sirve esta información, veamos en detalle:
Las siglas GPU significan unidad de procesamiento gráfico; si bien hay quienes dudan de si son necesarias en un móvil, lo cierto es que de esta unidad depende que los juegos se vean fluidos y la calidad de gráficos sea óptima. Además, alivianan el trabajo de la CPU del teléfono haciendo que la ejecución de videojuegos o aplicaciones 3D interactivas sea más rápida y eficiente. Dado que hoy en día el teléfono celular es más que una forma de comunicarnos, es normal que al mismo tiempo estén en funcionamiento más de una aplicación, por lo que es imprescindible que el procesador tenga una gran capacidad.
El plato fuerte: las cámaras
Si hay algo que diferencia a estos dos equipos son sus cámaras y es esto lo que pone en la cima al Pro e inclina la balanza. El iPhone 13 presenta un sistema dual de cámaras de 12 mpx con gran angular y ultra gran angular, ideales para fotografías panorámicas, periodismo fotográfico o proyectos creativos. Además, cuenta con estabilización de imagen óptica y procesamiento Smart HDR 4 que mejora las fotos de ambas cámaras. Un plus: añadieron un modo cinematográfico para video y grabación regular de 4K.
¿Qué más se le puede pedir a la cámara de un móvil? Ahora es el turno del Pro, que se diferencia por tener tres lentes: telefoto, gran angular y ultra gran angular. A su vez, cuenta con un sensor llamado LiDAR que permite un enfoque más rápido y es ideal para selfies espontáneas y en condiciones de poca luz. El modo retrato, que es el más aclamado por los millennials y centennials, es más que preciso en este modelo. En cuanto a la opción video es igual al iPhone 13, sumando la grabación ProRes con estabilización de imagen óptica dual y zoom digital de 9x.
Ambos modelos son tope de gama, es decir, son lo mejor del mercado. El Pro es superior al iPhone 13 estándar pero esto siempre va a depender del uso que uno le dé y si vale la pena o no esa diferencia de precio.