Uno de los grandes problemas que enfrenta un usuario, es el reemplazo de la pantalla del smartphone si se rompe. Hasta ahora el único método válido por Apple era llevarlos a su centro de servicio o arriesgarse a perder la garantía si está no ha expirado, con servicios de terceros. Esto cambiará con las máquinas reparadoras de pantalla que dejarán de ser exclusivas para los centros de servicio de la empresa.
Debido a la alta demanda de cambios o reparación de pantallas en los centros de servicio, los socios de Apple se van a beneficiar de ser considerados lugares confiables para este proceso. A finales de 2017 llegarán a 400 centros de reparación, ubicados en 25 países.
La primera de estas máquinas se encuentra en el Best Buy de Minneapolis, hay otra en Miami y pronto habrá otra en la tienda de Sunnyvale, California.
En parte la decisión tomada por Apple, se debe a que en ocho estados de Estados Unidos, pelearon legalmente el derecho a poder hacer reparaciones de las pantallas, hasta ahora controlado por la red de Apple y otras empresas. Las ganancias en este negocio pueden llegar a los cuatro mil millones de dólares solo en las empresas externas. Con esta medida, Apple buscará que dichos ingresos vayan con ellos y no a esas empresas no afiliadas, quienes tienen que conseguir piezas no oficiales para hacer los cambios.
La prueba piloto del funcionamiento de las máquinas, empezó en 2016, en donde además de Miami, se llevaron a algunos centros de reparación en Londres, Shanghai y Singapur. Van a estar disponibles en países en donde no tienen tienda física, como Colombia, Noruega y Corea del Sur.
Lo bueno para los usuarios, es que se van ahorrar tiempo y encontrarán relativamente fácil un lugar para cambiar la pantalla dañada sin temor a perder la garantía, sobre todo porque está diseñada para que sea la máquina no dañe al equipo.
Por fin Apple le dará a los usuarios soporte en una pieza clave del equipo, en los países que no contaban con centros de reparación oficiales o una Apple Store. No se ha dado a conocer el costo que pagarán los socios por tener el equipo.
Hasta ahora, todos los fabricantes han defendido su derecho de que solo ellos pueden garantizar la calidad del trabajo y piezas, además de ser una forma de mantener alejados a los hackers del robo de software. Por su parte, las empresas que se dedican a la reparación, se defienden que ofrecen el mismo servicio pero más económico en beneficio del consumidor.
Apple de esta forma estará expandiendo el lucrativo negocio de reparar pantallas, el cual le reporta entre mil y dos mil millones de dólares al año a nivel mundial (que no detalla en sus informes financieros), con la Horizon Machine, la cual nunca se había visto y cuyas primeras fotografías han aparecido, mostrando que parece una especie de horno de microondas metálico, cuadrado, con variaciones en el diseño dependiendo del modelo de iPhone que se repare. Se desconoce quién las fabricó y dónde fueron fabricadas.
A pesar de la máquina, es necesario contar con dos técnicos para realizar el cambio de pantalla, ya que la misma es más un auxiliar y no sustituye el trabajo humano ni tampoco a los destornilladores y otras piezas necesarias para el proceso.
Una vez terminada la parte manual, el iPhone se mete en la máquina para que pueda comunicar el software con el hardware, en un lapso de 10 a 12 minutos, en donde la máquina le habla al sistema operativo para sincronizar el sensor de huellas con el cerebro del iPhone.
Mientras eso sucede, un dedo mecánico se coloca en la pantalla para verificar que sea táctil y se calibran los colores para que quede el iPhone como recién salido de fábrica.
Con tres años de existencia en el negocio de la reparación de pantallas, a partir del lanzamiento del iPhone 5, la empresa cobraba a los usuarios un cuota por reparar los equipos sin garantía aunque al final lo que hacía era cambiarlos.
Los clientes desde el lanzamiento del iPhone solicitaron el servicio de reparación, el cual no se ofreció hasta tener listo el proceso para implementarlo y que se agiliza con la ayuda de este equipo, finalmente disponible a todo aquel que desee pagar el precio por tenerlo al alcance de los usuarios.
Aunque no se menciona, no cabe duda de que es buen negocio no usar fundas ni protectores. Hubiera sido interesante conocer la cantidad de pantallas que se dañan al año.
Con información de Reuters