Después de tanto revuelo ante la salida de la nueva versión del sistema operativo de Google, Ice Cream Sandwich, uno espera que la gran mayoría de los equipo que son anunciados como poderosos lleguen atener esta actualización, aunque siendo sinceros la realidad es otra, equipos que en su moemnto son anunciados como equipos potentes de alto rendimiento que son capaces de alcanzar grandes tazas de actualización acaban siendo uno más del motón de equipos con un final inesperado, ese es el caso de la Samsung Galaxy Tab 7″ y el Samsung Galaxy S, dos equipos que en su momento fueron parte aguas en la incursión de nuevas tecnologías, poniendo el nombre de Android en alto, sin embargo las compañías como Samsung en este caso han puesto en una difícil posición el futuro de estos equipos negandoles la actualización a Ice Cream sandwich ¿por qué?, facil, su capa de personalización es demasiado pesada para las prestaciones de los dos equipos, en otras palabras, la interfaz TouchWiz le generaría problemas de fluides y estabilidad a ambos dispositivos, lo que los pone en una precaria posición dentro del baúl de los recuerdos.
A como lo veo si las empresas siguen sacrificando usuarios por sus “interfaces enriquecedoras” literalmente acabaran en el olvido por más mejoras que metan a sus nuevos equipos. No hay duda de que algunas interfaces son muy interesantes como la de HTC, Sense, o la de Motorola, Blur, pero hay que tomar muy en cuenta que son “agregados” que pesan al sistema que que consumen un sin fin de recursos aminorando la versatilidad y fluidez del sistema, ¿que a caso las empresas no comprenden que no nos importa su interfaz sino su equipo tan innovador?, ¿de que sirve compra el equipo más poderoso si en poco tiempo saldrá algo mejor y nos quedaremos sin actualizaciones por “hardware no suficiente” para la actualización?
VIA | The Verge