Después del alboroto que se armó con el reporte del fallo en la prueba de resistencia al agua hecha al Galaxy S7 Active por Consumers Report, Samsung declaró que confiaban en los resultados obtenidos en sus test. Ahora reconoce que de fábrica había equipos defectuosos.
La buena noticia es que a partir de que se detectó el problema en la línea de producción, los equipos han sido corregidos, por lo que los nuevos usuarios no tendrán problemas.
Esto significa que los equipos que están en piso de venta tendrán que llevarse a garantía en la tienda donde fueron comprados o directamente a Samsung, aunque no hay forma de saber si todos están defectuosos. Al menos eso no lo aclara Samsung en la declaración enviada a Consumers Report pero indican que en la investigación hecha en la planta se encontraron algunos modelos defectuosos que se corrigieron una semana después de que se publicaran los resultados de la prueba hecha.
Por ahora Samsung ha dicho que va a reemplazar a los equipos que sufran daño. Al menos es bueno que la marca haya aceptado que había un problema con la elaboración en un pequeño número de equipos, sin especificar cuántos se han vendido y cuántos se han reemplazado.
Con información de Consumer Reports
