En Estados Unidos se han detectado 92 casos sospechosos de explosiones del Note 7, dos al menos en China y otros más en algunos otros países, sin embargo, de todos los casos ocurridos Samsung indica que no se pudo establecer como culpable a las baterías en 26, entre esos el del Grand Cherokee en donde no se pudo establecer la causa.
De los 26 casos Samsung reportó que en 12 la culpa no fue del equipo, en siete la víctima no se pudo contactar y en otros siete se canceló el reporte o indicaron que fue su culpa al caerseles el dispositivo.
Según la empresa coreana oficialmente en Estados Unidos se reportaron nueve casos, tres en Corea del Sur, dos en Francia, uno de Reino Unido, Canadá, Singapur, Filipinas, Turquía, Vietnam, Croacia, Rumania, Irak, Líbano, República Checa y Emiratos Árabes Unidos.
Los motivos por los que se descartaron algunos reportes se deben a que en Corea el trabajador de una tienda no se le pudo contactar. El de Canadá es un caso inexistente ya que usó una fotografía de un equipo que explotó y que no era suyo. En Singapur el dueño tiró el equipo fuera del automóvil al incendiarse y no lo pudo comprobar.
China no forma parte del reporte inicial ya que allá se usaron otras baterías, aunque se sabe que en uno de los casos se debió a calor externo.
En Corea del Sur la venta del Galaxy Note 7 a usuarios finales con la nueva batería inicia el 28 de septiembre.
Con información del ZDNet