Alrededor de 1994, las marcas de teléfonos móviles con más ambiciones globales desaparecieron o se enfocaron nuevamente al mercado nacional. Lo mismo ocurrió alrededor del 2004. Ahora nos estamos acercando a otro período de destrucción y caos móvil y serán pocos los vendedores que sobrevivirán.
El teléfono inteligente de IBM, Simon fue increíblemente vanguardista para 1992 ya que contaba con pantalla táctil y soporte para fax. Por otro lado el elegante Benefon Beta ofrecía una gran pantalla, cuatro días en tiempo de espera y 99 posiciones en la memoria. ¿Donde están estos grandes fabricantes e innovadores ahora? Ambos vendedores y muchos más de su tipo, fueron barridos del mercado de la telefonía internacional a mediados de los 90 y la cuota de mercado se consolido en torno a las compañías que hicieron un agresivo cambio hacia los sistemas digitales.
De las redes analógicas a las digitales.
La primera gran crisis se dio entre 1993 y 1995, provocado por la transición de las redes analógicas a las redes digitales (GSM, TDMA, CDMA), las cuales tomaron por sorpresa a la mayoría de los vendedores de teléfonos. La red GSM fue adaptada más rápido de lo calculado y empresas que estaban desarrollando programas serios basados en redes analógicas como IBM, Benefon, Blaupunkt, OKI, etc. simplemente no pudieron adaptarse a este cambio lo suficientemente rápido.
Al poco tiempo, el 80% del creciente mercado mundial de teléfonos móviles estaba controlada por los tres grandes: Motorola, Ericsson y Nokia, y a finales de los 90, el boom digital atrajo a nuevos competidores; Siemens, Alcatel, Sagem, Philips, Mitsubishi, NEC y otros, que lanzaron agresivas campañas de expansión global para el año 2000, logrando un crecimiento sostenido del 6% anual entre 2001 y 2003, lo que muchos creían que era el limite, pero la siguiente crisis los saco a todos ellos del juego mundial de teléfonos móviles.
El despegue de las redes 3G.
Esta se dio justo antes del despegue de las redes 3G, a finales de 2004, durante el cual la industria fue testigo de un crecimiento anual del 30%, ya que los consumidores acudieron en masa a comprar los novedosos teléfonos con pantallas a color. Una vez más, un nuevo grupo de agresivos rivales aumentó su cuota de mercado a finales de la década; Apple, HTC, LG, Huawei, ZTE y otros empezaron a perseguir planes de expansión en los cinco continentes. Y aquí estamos, en la víspera de la destrucción.
A finales de 2011, el crecimiento en el mercado de smartphones superó el 50% a nivel mundial, este fue el momento en que empresas como HTC o Huawei elaboraron planes de crecimiento que probablemente van a terminar siendo muy optimistas, pues a finales de 2012, el crecimiento de los smartphones había decaído a un aún fuerte a 36%. Pero si el crecimiento baja al 20% hacia finales de 2013, los vendedores de smartphones se enfrentarán a una nueva crisis.
Preludio a la crisis.
La demanda europea es ya un factor decepcionante para las ventas de Apple, HTC y LG. Durante los últimos dos meses, los principales mercados de la Unión Europea han tenido un crecimiento de ventas sorprendentemente débil, cayendo en un 4% en Alemania y en un 10% en España. Y con Apple y Samsung desenfrenados, probablemente no habrá lugar para los planes de expansión global de Nokia, BlackBerry, HTC, LG, Huawei, ZTE, Sony y otros.
La mayoría de estas empresas se verán obligadas a hacer lo que IBM, Siemens, Alcatel, NEC y Mitsubishi hicieron durante las crisis anteriores: retroceder y enfocarse en los mercados nacionales o liquidar. Quizás uno o dos puedan levantarse para desafiar a la poderosa mancuerna Samsung/Apple. Pero en tres años, podríamos estar donde estábamos en 1998, con un par de marcas dominando el 80% del mercado de la telefonía mundial.
Y entonces el ciclo comenzará de nuevo.