El año pasado la polémica se cernió alrededor de Samsung debido a que se descubrió que el fabricante usa dos sensores fotográficos diferentes en los Galaxy S6 y S6 Edge, aunque no se dio a conocer cuál es el criterio de distribución. Este año la historia se repite con los Galaxy S7 y S7 Edge.
Durante el reporte de la situación, varios medios especializados llegaron a la conclusión de que el sensor ISOCELL de Samsung tenía un desempeño ligeramente mejor que el sensor de Sony, lo cual provocó cierto grado de descontento entre los usuarios de los smartphones al no homogenizar la compañía el uso de un mismo sensor.
Este año la historia se repite ya que se ha descubierto que los Galaxy S7 y S7 Edge usan sensores diferentes: de nuevo uno Sony y otro de propia fabricación de Samsung; y al igual que en el pasado, no hay patrón o criterio de distribución de los dispositivos con uno u otro sensor. Sin embargo, en esta ocasión las pruebas arrojan que no hay distinción entre uno u otro en cuanto a desempeño.
Esto se debe a que ambos cuentan con la misma resolución de 12.3 megapixeles con sensor de 1/2.5-pulgadas y tecnología Dual-Pixel y son capaces de capturar pixeles de 1.4 micrométros, características que han llevado a las cámaras de estos nuevos terminales a sobresalir gracias a la gran calidad que son capaces de lograr en todo tipo de situaciones.
Con información de SamMobile
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