Era cuestión de tiempo para que las demandas contra Samsung por las explosiones de su Galaxy Note 7 iniciaran, e incluso podíamos decir que ya se estaban tardando en aparecer. Curiosamente, ha sido uno de los últimos casos reportados quien ha dado inicio a la que podría ser una verdadera pesadilla económica y legal para la firma surcoreana.
Esta primera demanda ha llegado por parte de Jonathan Strobel, cuyo Galaxy Note 7 explotó hace dos semanas mientras lo llevaba en su bolsillo derecho, causándole quemaduras de segundo grado en su muslo y en la mano. Este caso se ha sumado a las más de 90 explosiones registradas únicamente en los Estados Unidos y ha sido el detonante para que incluso el gobierno de ese país ordene la devolución de los equipos de Samsung.
El fabricante sigue insistiendo a los usuarios para realizar el cambio del terminal y ha tomado medidas drásticas para evitar más explosiones, sin embargo, se sabe que menos de un 15% del total de equipos vendidos en Estados Unidos ha sido devuelto, dejando aún una gran cantidad de terminales en el mercado que pueden causar daños severos a sus propietarios.
No se han dado detalles sobre la demanda impuesta por Strobel, y Samsung ha guardado silencio al respecto. Lo más probablemente es que esto termine con un acuerdo fuera de los juzgados, pero seguramente iniciará una oleada de demandas personales y colectivas de varios usuarios que han pasado una muy mala experiencia con un terminal que prometía hacer de todo, menos explotar.
Con información de Android Authority