Esta semana ha llegado a Xataka uno de los UMPC que más se pueden ver en el mercado. Hablamos del Samsung Q1 Ultra, que en España salió a la venta a principios de año con conectividad HSDPA.
Los primeros momentos con este gadget entre las manos están siendo un poco agridulces, pues no podemos más que pensar que tuvieron su oportunidad hace un par de años, pero el alto precio los dejó marcados para siempre. Ahora el camino se les ha llenado de rivales, desde los MID, que si no cambian también se perderán en el olvido, o más recientemente y de forma más intensa, los ultraportátiles y teléfonos como el iPhone.
Lo de disponer de un equipo portátil para navegar por Internet y trabajar está siendo adoptado por los famosos ultraportátiles de menos de 300 euros. En ellos la pantalla, solo un poco más grande que la de estos UMPC, se complementa perfectamente con el teclado físico, que es la gran diferencia con los UMPC. Uno de estos últimos me vale para navegar por internet, pero sin teclado externo, no para trabajar en condiciones. El peso por ejemplo anda casi a la par.
Vale, nos olvidamos de lo de trabajar y nos limitamos a poder navegar, leer documentos y PDFs y gestionar el correo. Suponiendo que no tengamos que escribir muchos emails, podemos sustituir el UMPC por un Nokia N810 (que tampoco es precisamente barato) o un iPhone sin ir más lejos. Aquí perdemos la ventaja del precio en general, pero ganamos todavía más portabilidad sin apenas perjuicio de tamaño o peso. No hay mucha diferencia. De hecho, si un UMPC no puedo llevarlo en el bolsillo como un iPhone o una tableta de Nokia, puedo pasar perfectamente al escalón superior que puede ser un HP 2133.
Además, estos nuevos equipos más pequeños ya incorporan nuevas funcionalidades, como conectividad total o navegación por GPS. Y si estabas pensando en los UMPC como reproductores de medios, quizás conviene recordar que sin ir más lejos, los excelentes reproductores Archos integran navegación web y visor de PDF, lo que los lleva un paso por delante de nuevo.
Tampoco olvidemos que los UMPC tienen un ritmo de actualización bastante lento respecto a otros gadgets, y en el actual panorama de la electrónica de consumo, un par de meses con un precio muy alto o sin novedades, repercute en un rival que sale al mercado y se lleva a tus compradores.
Solo nos queda pues plantear en voz alta la siguiente pregunta, dura, pero sensata:
¿Quién puede querer ahora un UMPC?
