Empresas como Microsoft, Facebook y Apple saben que el próximo presidente de Estados Unidos no es muy amante de la tecnología y desde ahora han mostrado preocupación no solo con el tema del 35% de los impuestos sino por el manejo de los datos.
No solo está en juego esos temas, sino también la privacidad y sobre todo, la libertad de expresión y de información (prohibiría el acceso a Internet a los musulmanes, para la cual crearía una base de datos de los mismos), sobre todo cuando el 50% del país está en contra de su mandato sin siquiera haber comenzado sus funciones.
Se sabe que planea ejecutar políticas restrictivas que le permitan implementar programas de vigilancia y tratar de ganar en la guerra que el gobierno ha iniciado por el acceso a información cifrada, sobre todo contra Apple donde busca boicotear la compra de los productos que venden. Esto sin contar con que tratará de que algunos convenios por compras de empresas, como AT&T y Time Warner, no se concreten.Ha hecho público su deseo de ejecutar una orden legal por monopolio contra Amazon y obligar a todas las empresas tecnológicas a fabricar sus productos en Estados Unidos.
Respecto al tema del cifrado, tiene a su favor que la mayoría de los senadores son republicanos, como Richard Burr, Jefe del Comité de Inteligencia del Senado, quien resultó reelegido y es uno de los principales opositores a que las empresas cifren los datos. Su deseo que meter “Back doors” en apps y sistemas operativos para “saltarse” los candados para proteger los datos y no los tengan las agencias gubernamentales se vio frustrado cuando los legisladores y empresas se opusieron, al alegar que debilitan la seguridad y que el gobierno no tiene ningún tipo de injerencia en el tema, ya que no es experto en el área.
Se espera que Burr vuelva a meter la ley acerca del cifrado en 2017, solo que ahora tendrá el apoyo del presidente para que Whatsapp comparta datos aunque por eso se hayan cifrado y no tengan acceso al mismo.
Sin duda, se vislumbra cuatro años de retrocesos en esta área con todas las restricciones que se esperan de parte de los dirigentes en las áreas de Inteligencia y seguridad, que podrían terminar en manos de Michael Fynn, ex director del Departamento de Defensa, quien podría ser el Director de Inteligencia Nacional o de la NSA.
Con estos antecedentes solo se puede esperar que Google, empiece a cifrar más servicios y productos o que deje de recolectar datos y permitir a los usuarios tener las herramientas que les permitan borrarlos. Algunos expertos aconsejan que se analicen formas de negocio en donde los ingresos no provengan de la venta de datos. De esta forma se evitaría los programas espía, que se dirigirán a inmigrantes, medios entre otros medios considerados “peligrosos” sobre todo para su estabilidad mental. El problema es que la información que antes se obtenía por medios legales, porque solo por esa vía era posible, paulatinamente ya no sería necesario.
Con información de The Verge y Venture Beat