Redemptionis sacramentum

PRESENTACION DEL DOCUMENTO “REDEMPTIONIS SACRAMENTUM”

CIUDAD DEL VATICANO, 23 ABR 2004 (VIS).-El cardenal Francis Arinze y el arzobispo Domenico Sorrentino, respectivamente prefecto y secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, presentaron hoy en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el documento “Redemptionis Sacramentum”, relativo a la liturgia y elaborado por ese dicasterio. El acto contó con la presencia del arzobispo Angelo Amato, S.D.B., secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ha colaborado en la elaboración del texto. También estaba presente el cardenal Julián Herranz, presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.

El cardenal Arinze explicó en su intervención los elementos positivos y negativos de la celebración del culto desde el Concilio Vaticano II y afirmó que “los abusos han sido, para muchos, motivo de sufrimiento”. “Hay una tentación a la que se debe resistir -precisó- que es la de pensar que sea una pérdida de tiempo prestar atención a los abusos litúrgicos (…) que han existido y existirán siempre. Esta objeción, parcialmente verdadera, puede llevarnos al error. Los abusos a propósito de la Sagrada Eucaristía no han tenido siempre el mismo peso. Algunos hacen que el sacramento pueda ser inválido. Otros manifiestan una carencia de fe eucarística. Otros contribuyen a sembrar confusión entre el pueblo de Dios y a desacralizar la celebración eucarística. No hay que tomar los abusos a la ligera.”.

El arzobispo Sorrentino puso de relieve que el documento “no hace sino recordar la normativa litúrgica vigente”. La petición de que se observen estas normas, “no conlleva ninguna prohibición de profundizar y hacer propuestas, como sucede en la historia del ‘movimiento litúrgico’ y también se refleja normalmente en el ámbito de los estudios teológicos, litúrgicos y pastorales. Lo que hay que excluir absolutamente es hacer de la liturgia una zona franca de experimentaciones y de arbitrios personales, no justificados por ninguna buena intención”.

Por su parte, el arzobispo Amato se refirió al significado doctrinal de la Instrucción: “las normas litúrgicas -dijo- son expresión concreta de la eclesialidad de la Eucaristía. La unicidad e indivisibilidad del Cuerpo eucarístico del Señor implica la unicidad de su Cuerpo místico, que es la Iglesia una e indivisible”.

“La Instrucción -terminó- debería suscitar en la Iglesia una curiosidad sana y una acogida generosa, para contemplar con estupor renovado este gran misterio de nuestra fe e incentivar comportamientos apropiados con respecto a la Eucaristía”.

OP/INSTRUCCION EUCARISTIA/…

VIS 040423 (390)

Fuente: Vatican Information Service

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Comentarios: clerus@poderpda.com

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