en los últimos días, un grupo de operadores y fabricantes han dado un paso al frente para evitar la importante fragmentación que se produciría en el mercado si se dejara madurar varias de las alternativas propuestas para ofrecer voz y SMS sobre LTE. La decisión, y la fuerza combinada de One Voice, como se hace llamar este grupo, casi con toda seguridad marchitará la propuesta de T-Mobile (VoLGA), que ahora queda muy necesitada del apoyo de otros operadores para prosperar —en caso de prosperar, la industria tendría un serio dilema encima de la mesa—.
One Voice cuenta con el apoyo de AT&T, Verizon, TeliaSonera, Telefónica, Vodafone y Orange —sólo les faltaría China Mobile para hacer de esta propuesta incontestable, tampoco estaría mal ver a América Móvil teniendo algo que decir, dado su tamaño—. Estos operadores han decidido que la opción viable a largo plazo es la utilización de IP Multimedia Subsystem (IMS) para ofrecer los servicios de voz y SMS a través de LTE.
Seis operadores contra T-Mobile y su propuesta VoLGA dejan el tablero tecnológico prácticamente dibujado, y en el futuro la voz y SMS en redes IP se realizará con la arquitectura IMS. La decisión no es sorpresiva, ya que IMS presentaba una solución más compleja pero más segura en el largo plazo, por ser una arquitectura estandarizada —algunos no están tan seguros de que lo esté ciento por ciento— dentro del 3GPP.
Será interesante ver la reacción del VoLGA Forum, especialmente la reacción de su único motor real: T-Mobile. El estándar VoLGA fue presentado en su primer “release” a mediados de septiembre, ya que este grupo debía ver una oportunidad de imponer este estándar, vista la falta de consenso o maniobras por parte de otras posibles iniciativas —de hecho, sorprendió no escuchar más al IMS Forum defendiendo la opción IMS—. La ventaja temporal, parece, no será suficiente.
Según declaraciones de ejecutivos de Ericsson divulgas por medios de Estados Unidos, One Voice espera que los servicios de voz y SMS en LTE a través de IMS estén disponibles en un plazo de entre 12 y 18 meses, casi coincidiendo con los lanzamientos de las redes LTE en algunos mercados —muy probablemente Estados Unidos y Suecia—. Tampoco hay que olvidar que operadores como Telefónica, que forma parte de este grupo, anunció seis pruebas con LTE, dos de las cuales se realizarán en territorio latinoamericano: Brasil y Argentina.
En el último reporte de TeleSemana.com sobre IMS, concluían que uno de los factores que podían reavivar el interés por IMS sería LTE, precisamente como habilitador de los servicios de legado. La reticencia de algunos operadores en desplegar IMS puede ahora desbloquearse al tener un motivo de negocio claro, como son los ingresos de voz y SMS a través de LTE, para justificar la inversión en IMS.
La decisión de estos operadores es positiva, por ser una carambola a tres bandas. Por un lado, despejar incertidumbres sobre los servicios de voz y SMS en LTE; por otro, por darle a LTE una justificación adicional de negocio más allá del acceso a datos; y, por último, por darle un necesitado empujón a IMS.