Hay quien compara al iPhone con un Motorola Razr y predice el declive del iPhone debido a su popularización y consecuente falta de exclusividad. También hay quien enumera lo que no tiene. Hay quien espera mucho, o más bien no sabe qué esperar del iPhone, y seguramente se sentirá defraudado.
No podemos pensar en el iPhone como en un teléfono más, ni tampoco considerarlo un Smartphone como los otros. Si lo único que ves o buscas es la lista de los últimos términos, características y megapixels, el iPhone no es para tí. Si sólo usas el teléfono para realizar llamadas o recibir SMS, puede que haya mejores ofertas en el mercado.
Pero si cargaste con una Palm durante tiempo, estás cansado de los millones de programas para tu Symbian que no sirven de gran cosa, o eres de los que necesitan estar siempre ON, el iPhone puede que sí sea lo que necesitas. Apple nunca ofrece lo último de lo último en hardware, dónde brilla la compañía es en la integración del hardware con el software, sus sistemas son fáciles de utilizar e intuitivos.
Si quieres un sistema fiable para sincronizar tus datos, una integración de herramientas que ajustan como un guante unas con otras o buscas una plataforma sobre la que construir tu presencia móvil online, entonces posiblemente deberías al menos considerar el iPhone. El iPhone es la base de un sistema que será completado mediante las aplicaciones que desarrollen terceros, Apple ofrece la arquitectura sobre la que construir todo y es que el iPhone tiene más que ver con un ordenador que con un teléfono. Si te quita el sueño la posibilidad de enviar MMS, seguro que en la AppStore habrá 3 o 4 alternativas para que escojas la que te parezca mejor.
Noticia Extraída de Planeta iPhone