La generación de energía implica muchas veces la contaminación mediante CO2 (Dioxido de Carbono) el cual, al liberarse hacia nuestra atmósfera, crea el tan peligroso efecto invernadero ya que, junto con otros compuestos de la atmósfera, es uno de los encargados de retener la energía térmica, por lo que un aumento en su concentración implica más energía térmica retenida y mayores temperaturas en la tierra.
Este elemento es el gran problema de los científicos, los cuales se han venido preguntando como reutilizar este gas para convertirlo en energía. Al parecer ya hay un gran avance en este ramo ya que han descubierto como, mediante una reacción química, el CO2 puede ser reutilizado en la generación de energía. El proceso comienza al fomentar una reacción generadora de calor entre el CO2 y el nitrito de Litio. El resultado genera un nitrito de carbón amorfo como semiconductor del proceso y cianamida de Litio. Al aplicar calor a esta mezcla se genera un químico que puede ser convertido en energía.
El CO2 se ha utilizado de alguna manera en otros procesos para generar energía. Algunos estudios han tratado de imitar el proceso de la fotosíntesis de las plantas con paneles solares y microorganismos modificados para almacenar energía y producir alcoholes al mismo tiempo, pero el poco desarrollo de éstas técnicas no se compara con el instrumento creado por las plantas, es por eso que la deforestación también afecta negativamente en gran medida.
Mediante esta nueva manera de usar el CO2 nos aproximamos a la generacion de energía limpia renovable. Por que incluso con nuestra exhalación en la respiración, sacamos CO2 el cual se puede convertir en energía.
Si estas nuevas formas de convertir CO2 en energía funcionan, se podría reducir la cantidad de éste gas en la atmósfera y con ello disminuir las temperaturas que siguen incrementando a lo largo y ancho del planeta. Hay que mencionar que el efecto invernadero no solamente se da en las ciudades, el CO2 y otros gases de efecto invernadero se retienen tanto en la atmósfera como en la biósfera y los mares.
Fuente | Gizmag.com