Es lo que suele suceder muchísimas veces, y esto, la verdad, es que sienta muy mal. Resulta que, tal y como comentan en ALT1040, Apple registra una patente con un iPhone jailbreakeado y luego resulta que nos dicen a todos que de liberar el sistema del iPhone ni hablar.
La empresa registró un nuevo sistema de seguridad biométrico. Mediante éste, se pretende volver el iPhone más seguro en el futuro, dotándolo de algunos sistemas de reconocimiento táctil, facial, de voz y de retina.
El asunto sería un tanto a favor de la compañía, pero en la imagen superior puede observarse claramente que Apple usa para la patente un iPhone con el Installer.app, propio de un iPhone jailbreakeado. ¿Tiene sentido que consideren delito algo que ellos mismos hacen? “Haz lo que digo, pero no lo que hago”, deben de pensar en Apple. Es como encontrarte al director de la Dirección General de Tráfico multado por exceso de alcohol mientras conducía. Esto muestra lo absurda que llega a ser a veces la defensa que las empresas hacen de sus productos, llegando a casos extremos como estos.