Después de los viajes, los conciertos son, a parecer personal, una de las mejores inversiones que puedes hacer en la vida, ya que a pesar de que son situaciones con una duración relativamente efímera respecto a, por ejemplo, bienes materiales, la sensación y memorias que generan en las personas son invaluables.
La entrega y pasión de los artistas desatan en la multitud un frenesí que pocas veces puede ser replicado por otra fuente, y si bien el trabajo de los músicos es la materia prima que hace esto posible, hay otro factor que también juega un papel muy importante en estos eventos, ya que no de existir, no sería posible vivir los conciertos de la manera en que estamos acostumbrados. ¿Alguna vez te has preguntado cómo se lleva a cabo un concierto?, ¿cuál es la tecnología que hace posible sentir cada nota a flor de piel?
Harman Professional, la división dedicada al desarrollo y fabricación de hardware y tecnología de sonido, nos cuenta todos los secretos detrás de estos eventos. Inicialmente, hay una gran cantidad de trabajo y organización para asegurarse de que todo suene perfecto: ingenieros de audio, de monitoreo, técnicos dedicados a los instrumentos, e incluso los encargados de la iluminación deben hacer que todos los engranes se muevan en armonía.
Cada instrumento y voz envía el sonido mediante cables hacia una consola que recibe el sonido por separado y es trabajo de los técnicos e ingenieros de sonido hacer los ajustes necesarios para que cada uno tenga el nivel y potencia necesarios, además de aplicar la ecualización necesaria para que la música suene de la manera correcta dependiendo de cada artista. Una vez realizados estos ajustes, el sonido resultante es enviado a dos partes distintas: el sistema de monitoreo y las bocinas para el público.
El primero es el sistema que se encarga de hacer llegar el sonido a los músicos, mediante bocinas colocadas frente a ellos o audífonos que van directamente a sus orejas, para que puedan escucharse y tener la certeza de que están tocando o cantando de manera correcta. El segundo destino es directo para la audiencia, quien recibe el sonido mezclado directamente de amplificadores y bocinas especialmente diseñados para brindar potencia sin restar calidad; y por lo general existen unidades dedicadas tanto a graves como a agudos.
A grandes rasgos, este es todo el relativamente corto proceso que el sonido debe seguir desde los instrumentos y voz de los artistas hacia el público, sin embargo como ha quedado claro, es un proceso de vital importancia para poder disfrutar de los espectáculos de este tipo de la manera que estamos acostumbrados. Para más información sobre el hardware, puedes visitar el sitio de Harman Professional que te dejamos al final de la nota.
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