Mucho se hablaba sobre cómo los wearables serían el futuro de los dispositivos móviles, pero ya ha pasado algún tiempo y éstos distan de ser tan populares o necesarios como se esperaba. El día de hoy surge un reporte por parte de Canalys, una empresa dedicada a la investigación, en el que se señala que han sido distribuidos 720,000 smartwatches en el 2014 con el sistema operativo de Google para este tipo de dispositivos, Android Wear. La cifra anterior representa el 15.6 por ciento de los 4.6 millones de “bandas inteligentes” que fueron distribuidas a lo largo del año.
La definición de “banda inteligente” usada por la empresa incluye a todos aquellos dispositivos capaces poder instalarles aplicaciones de terceros, incluyendo una gran variedad de marcas y sistemas operativos.
A modo de comparación, Pebble, cuyo primer dispositivo fue lanzado en el 2013 y podríamos decir que popularizaron la idea de un smartwatch, aunque no cuente con un sistema operativo tan sofisticado como Android Wear, logró distribuir más de 1 millón de dispositivos desde su lanzamiento, que aunque es una cifra mayor, no demuestra mucho interés por parte de los usuarios en dispositivos similares.
Los analistas de la empresa señalan que la duración de la batería es un factor muy importante que podría estar causando la lenta adopción de estos dispositivos, ya que Android Wear no está optimizado para recibir tantas notificaciones a lo largo del día. Aunque no es el único problema del sistema operativo, los demás podrían ser corregidos con actualizaciones del software.
De los seis relojes inteligentes que están disponibles con el sistema operativo de Google, el Moto 360 fue el que tuvo un mayor número de ventas, muy probablemente por su diseño y excelentes ababados. El reloj con pantalla circular de LG obtuvo un mayor número de ventas que la versión con pantalla cuadrada que fue anunciada junto con el sistema operativo.
Apple lanzará su primer wearable en abril, el Apple Watch, que entraría en la misma categoría que los dispositivos con Android Wear y a pesar de que probablemente no contará con una duración de la batería significativamente superior, seguramente se venderá en grandes cantidades, lo que podría ayudar a captar el interés en un smartwatch, irónicamente beneficiando las ventas generales de estos dispositivos y en particular los que cuenten con Android.
El precio sería otro factor que podría influir en las ventas de los wearables, ya que al ser una categoría que no existía, literalmente se inventó el precio de los dispositivos actuales, pero conforme se añadan más fabricantes, habrá precios cada vez más competitivos, una mayor diversidad de diseños.
Fuente: CNet
-
-
-
-
