Samsung por lo general crea sus propios chips y los usa en los gama alta además de venderlos a otros fabricantes, pero ahora ha decidido que es momento de usarlos en otros modelos y como cada generación que lanzan es mejor que la anterior, no es nada raro que hayan tomado dicha decisión.
La empresa compite contra Qualcomm, Intel, Texas Instruments y MediaTek. Es muy difícil ser exitoso en esta área pero con productos como el Exynos 7420 que se usan en los Galaxy S6 y Note 5, ha sido reconocido por su eficiencia y poder entre otras características, superando incluso al Snapdragon 810 de Qualcomm.
Se dice que se encuentra actualmente trabajando en tres nuevos chips: el Exynos 7422, Exynos 7880 y Exynos 8890, en donde el primero sería una versión mejorada del Exynos 7420, mientras que el 7880 se destinará a los equipos de gama media premium como lo son la serie A, dejando al Exynos 8890 para el esperado Galaxy S7.
Lo interesante es que la marca se unirá a los fabricantes que están personalizando los núcleos de sus procesadores para funcionar de acuerdo con las necesidades de los equipos para que puedan tener el mejor desempeño posible además de eficiencia energética. Habrá que seguirlos de cerca, puede ser que den la sorpresa a más de un rival.