Hace apenas unos meses, las noticias sobre el impacto de las sanciones iniciales de Estados Unidos hacia China, así como las restricciones que afectaron principalmente la fabricación de equipos y las herramientas EDA atiborraron los encabezados.
China acepta su retroceso en cuanto a chips
Estos eventos, que provocaron un considerable retroceso en la capacidad china en términos de chips y semiconductores, ahora están siendo abordados desde una perspectiva de mitigación de daños.
Gerald Yin, el CEO y presidente de Advanced Micro-Fabrication Equipment Inc. (AMEC), arroja luz sobre la magnitud de esta situación al afirmar que China se encuentra atrasada en 5 generaciones en la industria de los chips.
Las afirmaciones de Yin son particularmente impactantes, especialmente al considerar la influencia que Xi Jinping ostenta en el sector de los semiconductores.
A pesar de los avances que China ha logrado y las tecnologías que ha introducido, como hemos informado en detalle anteriormente, es innegable que por el momento estas innovaciones no han logrado concretarse en resultados tangibles. Las recientes declaraciones refuerzan esta realidad, subrayando el desafío que enfrenta China en este ámbito.
Estrategia y sanciones por parte de Estados Unidos
El 7 de octubre marcó un hito crucial en el año 2022, momento en el cual Estados Unidos desplegó una estrategia contundente y comenzó a emplear varias tácticas destinadas a debilitar progresivamente al gigante chino.
Para comprender el trasfondo de este acontecimiento, es necesario remontarse al año 2019, durante el mandato de Trump, con el propósito de comprender que este asunto trasciende la influencia de un solo presidente, ya sean dos, diez o incluso más.
Se trata de una cuestión nacional y gubernamental que refleja la determinación de un país y su gobierno en poner fin al uso de su tecnología con fines de copia, apropiación indebida o incluso como fuente de inspiración que fortalezca a sus competidores.
Desde el año 2019, se han aplicado en total más de quince medidas restrictivas o sanciones dirigidas hacia China. Este punto fue enfatizado por Yin, quien afirmó que, a partir de ese momento, Estados Unidos intensificó sus acciones, provocando que China pasara de estar rezagada por dos generaciones a quedar rezagada en cinco.
Además, se prevé que en este año 2023, con el lanzamiento de los M3 de Apple, esta distancia aumentará aún más.
En la actualidad, es innegable que, sin la influencia de estas sanciones, China podría haber alcanzado un nivel de desarrollo tecnológico casi comparable al de TSMC y al de las potencias occidentales en términos de semiconductores.
China podría volver a la competencia
De hecho, Yin sostiene que en estos últimos años se ha regresado tecnológicamente desde los 3 nm hasta los 14 nm, lo que sugiere que China habría logrado avances tecnológicos equiparables a los de Occidente, utilizando tanto su tecnología como su talento ingenieril, así como sus herramientas.
Lo que tomó a China por sorpresa fue la decisión de Estados Unidos de implementar un bloqueo en conjunto con sus aliados. Desde el punto de vista tecnológico, China se encuentra ahora aislada, careciendo de equipos, herramientas e incluso de ingenieros extranjeros.
Por esta razón, se está planteando la posibilidad de una “oportunidad” para que China estimule su crecimiento. Sin embargo, a pesar de esta intención loable y con más de 200 empresas en juego, la realidad es que estas compañías están compitiendo entre sí.
En la actualidad China camina hacia atrás
Hace apenas una semana, un informe abordó este tema y señaló que se están empleando tácticas como el dumping de precios, la captación de ingenieros y la reducción de salarios para aumentar las ventas, prácticas que podrían considerarse anticompetitivas en otros contextos.
Como resultado, China está dilapidando tiempo en un momento en que escasea, y aunque hemos sido testigos de avances como el diseño de empaquetado vertical de Huawei de 14+14 o las herramientas de fabricación de 7 nm, todo indica que China está retrocediendo en su trayectoria.
Debemos reconocer con certeza que Estados Unidos aún no ha culminado la ejecución de sanciones y restricciones. Al menos hasta el momento, se tienen conocimiento de dos conjuntos adicionales de medidas por implementar.
China se encuentra al borde de un futuro notoriamente complejo, enfrentando un reto de proporciones colosales. La cuestión ya no radica en si serán capaces de superarlo, sino en cuándo lo lograrán.
El elemento del tiempo juega en su contra, y cada día que pasa empeora la situación, ya que las potencias occidentales están aumentando la velocidad de sus acciones como nunca, y con fundamentos sólidos.
