A quien no le ha pasado que cuando uno está acostumbrado al uso de nuestro smartphone y probamos otro mas “potente” a veces solemos sentirlo mas “lento”, es decir, que algunas aplicaciones se “traban” o se siente una sensación de lentitud en algunas funciones aún cuando el teléfono mas potente tiene una velocidad mayor y hasta mas núcleos.
Realmente no hay una manera fácil de decirlo sin entrar a muchos tecnicismos que aburrirían hasta el que crea los procesadores, pero vamos a tratar de explicarlo de una manera que sea lo suficientemente técnica para aclararlo a la vez que facil de entender para los usuarios que no les interesan datos técnicos.
Cada procesador es diferente, y no solo a diferencias en como se hacen, si no a diferencias en personalizaciones como el pipeline, tamaño del bus, métodos de fabricación, materiales de fabricación, cache, set de instrucciones y todas esas cosas que el usuario final rara vez ve ya que usualmente, el marketing solo se enfoca en la velocidad de reloj (los miles de Megahertz) y el numero de núcleos (single core, dual-core, quad-core).
Ahora imagínense todas las combinaciones posible de entre esas diferencias, cada una generando un rendimiento diferente, por mínimo que sea, es diferente y muchas veces no siempre es para bien. Usualmente, lo que importa en el número de núcleos y la velocidad de los núcleos, pero a veces el hecho de tener 2 núcleos no resulta mejor que tener un núcleo, ya que la manera en que el chip fue fabricado no fue de la mejor manera para que la arquitectura aproveche la ventaja de tener 2 núcleos. Lo mismo pasa comparando un doble núcleo contra un cuádruple núcleo.
Esto se ve mas comúnmente en dispositivos de gama baja en donde los procesadores no son bien optimizados para ahorrar gastos, así que podemos ver un dual-core en un smartphone barato con un desempeño de risa, mientras que un smartphone de un solo núcleo hacer maravillas.
Pero lo anterior solo es una cara de la moneda, ya que también el software (es decir el S.O. y las apps) tiene que ser optimizado en sus lineas de programación para poder usar las capacidades de 2, 4, 8 o 16 núcleos según sea el caso (no falta mucho para que veamos procesadores de 8 núcleos). Muchas veces y sobre todo en el ambiente libre que tiene Android, vemos aplicaciones que no están bien optimizadas para el uso de varios núcleos y no es hasta que el desarrollador actualiza la aplicación con nuevas lineas de códigos de optimizacion para varios núcleos que cuando esa app se “siente” mas rápida en nuestro recién adquirido smartphone quad-core.
Esto es mas común en el ambiente Android en donde realmente Google no tiene un control muy definido de como las app son desarrolladas y subidas al mercado de apps de Android, caso contrario pasa con Apple y su iPhone en donde en la App Store, todas las apps que se suben pasan por un riguroso proceso de análisis, las cuales tienen que estar optimizadas para trabajar aprovechando la potencia del mas reciente iPhone, iPad o iPod.
Como verán, es un conjunto de muchas variables el hecho de que un procesador pueda desempeñar eficazmente el rendimiento que esperamos de éste, por eso siempre es bueno comparar, comparar y comparar hasta que estemos convencidos de que lo que vamos a comprar se ajusta realmente a nuestras necesidades y expectativas. Los famosos Benchmarks o pruebas de rendimiento que vemos en videos de Youtube no son realmente un indicador si el teléfono es bueno o no. Ayudan a ver solo la potencia de un procesador, pero recordemos que el verdadero rendimiento se ven cuando todos los factores que influyen en un dispositivos se ven todos unidos. Yo no mido el valor de una persona por que saque 5 de calificación en un examen.
Fuente | PocketNow.com