Un reciente estudio revela que los nanorobots, que son mucho más pequeños que las células sanguíneas, podrían administrar medicamentos que forman coágulos directamente en los aneurismas cerebrales, ofreciendo una posible prevención de los accidentes cerebrovasculares.
Aunque esta tecnología solo se ha probado en conejillos de indias, representa una alternativa prometedora a tratamientos convencionales como los stents y las bobinas, que a menudo requieren anticoagulantes a largo plazo.
Funcionamiento de los Nanorobots
Qi Zhou, investigador asociado en ingeniería bioinspirada en la Universidad de Edimburgo y coautor del estudio, explica que estos nanobots magnéticos controlados a distancia ofrecen un método más preciso y seguro para sellar los aneurismas cerebrales sin necesidad de implantes invasivos.
El estudio detalla que los nanorobots, con un diámetro de solo 295 nanómetros, están compuestos por un núcleo magnético, un agente coagulante conocido como trombina y un recubrimiento que se funde al calentarse.
Los cirujanos pueden guiar estos nanobots mediante un campo magnético hasta el sitio del aneurisma, donde el calor provoca la liberación del medicamento, generando un coágulo que bloquea el aneurisma de la circulación sanguínea. Este enfoque evita la necesidad de una inserción profunda en los delicados vasos cerebrales.
Resultados prometedores en pruebas con conejos
Hasta el momento, los nanorobots se han probado en conejos con aneurismas inducidos en sus arterias carótidas. Los resultados han sido alentadores: se formaron coágulos estables que bloquearon completamente el aneurisma, mientras los conejos se mantuvieron saludables durante el seguimiento de dos semanas.
Estos coágulos no obstruyen el suministro de sangre al cerebro, sino que cierran el punto débil en el vaso, previniendo posibles rupturas.
El siguiente paso en la investigación es probar la tecnología en animales más grandes que simulen mejor la fisiología humana. El equipo también se enfocará en mejorar el control magnético para asegurar una mayor precisión en la guía de los nanobots hacia aneurismas situados más profundamente en el cerebro.
Fuente: Live Science