Hablar de levitación podría parecer algo sacado de un mundo mágico, pero en realidad, este fenómeno se fundamenta en factores físicos cruciales, ya que todos los materiales reaccionan ante campos magnéticos.
Llevando los campos magnéticos a nuevos horizontes
La levitación, en términos generales, implica elevar un objeto y mantenerlo suspendido en el aire sin depender de algún otro objeto físico.
Este fenómeno extraordinario no solo captura la imaginación, sino que también sirve como pilar para algunos de los inventos más avanzados de la era moderna, como los trenes de alta velocidad que flotan en el aire gracias a la suspensión electrodinámica.
Igual que los trenes que logran velocidades de hasta 1.000 km/h gracias a este fenómeno físico, la levitación se utiliza en maquinaria de alta velocidad para la creación de aleaciones metálicas, aprovechando su capacidad para fundir materiales sin contacto físico.
El extraño comportamiento de los imanes
Según los hallazgos revelados en el estudio titulado “Magnetic levitation by rotation”, Hamdi Ucar llevó a cabo un experimento fascinante al fijar un imán en el extremo giratorio de una herramienta accionada por un motor, similar a un taladro eléctrico convencional, y lo hizo girar a gran velocidad.
El momento verdaderamente sorprendente ocurrió al acercar el imán en rotación a otro imán. En este punto, el segundo imán también comenzó a girar, pero de manera inesperada, quedó suspendido en una posición fija a tan solo unos centímetros de distancia.
Aunque la levitación magnética no es una novedad, como vimos previamente en el caso de los trenes de alta velocidad, este experimento captó la atención de los físicos debido a que este fenómeno no estaba “previsto por la física clásica” ni por los conocidos mecanismos de ‘levitación magnética’.
Replicación del Modelo y Descubrimientos Innovadores
Con el objetivo de profundizar en este fenómeno único, un equipo compuesto por Rasmus Bjork y Joachim Marco Hermansen, ambos de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU), reprodujo el modelo utilizando componentes simples disponibles en tiendas especializadas.
Sin embargo, la física subyacente en este fenómeno resultó ser “más desconcertante de lo que los autores del estudio anticipaban”, según destaca la publicación.
“La peculiaridad radica en que los imanes no deberían flotar cuando están en proximidad; por lo general, se atraen o se repelen entre sí. Sin embargo, surge lo inesperado: al girar uno de los imanes, logramos que flote.”
“Esa es la parte desconcertante. La fuerza que influye en los imanes no debería variar simplemente por hacer girar uno de ellos, lo que sugiere un acoplamiento entre el movimiento y la fuerza magnética“, explicó Bjork.