Alguna vez se han preguntado ¿Por qué la calidad de la línea de telefonía móvil es tan mala?, quizá, y más que seguro, es que le echen la culpa a la compañía o al equipo, lo cual puede ser cierto, pero no siempre es implicación directa de estas dos, a decir verdad la mayoría del tiempo es un detalle de cobertura, la cual está muy ligada a la cantidad de radiobases disponibles en un área del país al que nos refiramos, en este caso México, donde, según la COFETEL, tenemos una necesidad de casi 77,000 radiobases alrededor de toda la república.
Todo esto está muy bonito, pero, ¿qué es una radiobase?, de manera simple una radiobase es el punto de conexión entre la central de donde se lanza el espectro hacia los usuarios, de forma más sencilla, se trata de las antenas donde los operadores instalan las antenas de dispersión en ciertas regiones, torres que, aunque no lo crean, no están tan dispersadas en la república por lo cual aquel lema de “Todo México es territorio azul” sea una verdad a cuartas más que a medias.
No hay que ser un gran conocedor de redes telefónicas como para entender que la falta de antenas de radiobase está creando un gran cuello de botella dentro del mercado de telecomunicaciones, pues a menor rango de cobertura, mas rango de saturación tendremos dentro de la red, pues al tener menos puntos de conexión, obtenemos una uso constante de cada acceso, degradando la calidad y la fiabilidad de la red.
En Mexico solo contamos con unas 23,000 radiobases, lo que no cumple con el mínimo de torres necesarias para poder dar soporte a los usuarios actuales de compañías como Telcel, Iusacell o Movistar, y es que puede que si tengamos una cobertura amplia entre lo que cabe, pero sabemos perfectamente que aún cuenta con grandes rasgos donde mejorar, sobretodo en detalles de estabilidad en velocidades de navegación.
