El acoso escolar ‘tradicional’ puede estar relacionado con un abuso físico y verbal en el patio de la escuela a la hora del recreo, pero nuestra creciente dependencia en el internet y en los dispositivos móviles significa que el acoso ya no termina cuando los niños salen de la escuela.
En la actualidad, cerca del 17% de todos los alumnos, es decir uno de cada cinco adolescentes de entre 12 y 15 años, han sido víctimas de ataques de ciberacoso. Así lo arroja la más reciente investigación realizada por Kaspersky Lab en cooperación con psicólogos especialistas en medios de la Universidad de Wuerzburg.
Con la creciente popularidad de las redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter, la vida fuera de línea está cada vez más entrelazada con la vida en línea. Consecuentemente, es más difícil dejar atrás el acoso cuando el niño o la niña salen de la escuela. El acoso puede iniciar en el colegio y continuar en línea a través de las redes sociales.
David Emm, Investigador de Seguridad de Kaspersky Lab, explica
Los niños deben desarrollar un sentido de moralidad cuando se comunican con otras personas en línea, de la misma manera que lo hacen cuando interactúan en persona. Esto les fomentará más empatía y reducirá la probabilidad de que opten por participar en ciberdelitos o ciberacoso. También es importante que comprendan, desde pequeños, los peligros potenciales relacionados con algunas actividades en línea.
Aunque el ciberacoso no implica violencia física, hay evidencia que sugiere que el acoso cibernético es aún más intenso que el acoso escolar tradicional por las siguientes razones:
- Es anónimo. Debido a que el ciberacoso puede permanecer sin rostro en un ambiente en línea anónimo, es más difícil establecer la identidad de los agresores y demostrar quién es finalmente el responsable. Esto también significa que los agresores están menos conectados emocionalmente con el daño que causan y entonces pueden llevar las cosas aún más lejos.
- Es difícil escaparse. Hoy en día, la mayoría de las personas tienen acceso al internet y toda la información humillante que se almacena en línea, teóricamente puede estar disponible para todas las personas y para siempre.
- En línea todo el tiempo. Es más difícil escapar del ciberacoso porque se puede entrar en contacto con las víctimas a través de las computadoras o teléfonos inteligentes en cualquier momento y desde cualquier lugar.
- Es más invasivo que la interacción cara a cara. Los agresores y las víctimas no se pueden ver uno al otro. Por consiguiente, no pueden ver las expresiones faciales de sus interlocutores, gestos o comportamiento espacial. Los agresores están más desconectados emocionalmente del daño que causan y como resultado están menos preocupados por los sentimientos y opiniones de los demás.
Se puede encontrar más información y consejos de cómo combatir el ciberacoso en el portal educativo de Kaspersky Lab: http://kids.kaspersky.com/