A lo largo de nuestra evolución, la tecnología ha desempeñado un papel crucial al transformar procesos y actividades para mejorar la experiencia humana. Desde la invención de la rueda hasta el desarrollo del primer teléfono inteligente y el surgimiento del primer semiconductor, nuestra sociedad ha seguido un camino de digitalización marcado por la constante innovación.
Este ritmo de progreso tecnológico persiste, y una de las próximas fronteras a explorar es la computación cuántica, con su potencial para desafiar las limitaciones de los semiconductores actuales y revolucionar nuestro futuro cotidiano.
¿Qué es la computación cuántica?
Hablando de computación cuántica, nos referimos a una tecnología emergente que se basa en las leyes de la física cuántica para procesar datos y realizar cálculos de manera exponencialmente más rápida y eficiente. Su objetivo es abordar desafíos y resolver problemas que resultan extremadamente complejos para las computadoras tradicionales.
Es un enfoque completamente diferente de la computación convencional. Para ilustrarlo de manera sencilla, podemos imaginar una moneda lanzada en un volado que, en lugar de caer en una de dos caras como en el sistema binario tradicional, sigue girando, permitiendo infinitas configuraciones y niveles de paralelismo.
Esto proporciona una perspectiva innovadora sobre el poder de procesamiento y abre la puerta a soluciones para problemas que hasta ahora parecían insolubles.
El futuro con la tecnología cuántica
¿Cómo se verá un mundo liderado por la computación cuántica? Aunque es difícil de imaginar, las aplicaciones proyectadas para el futuro podrían significar mejoras significativas no solo para las industrias, sino también para nuestras vidas diarias.
Aunque aún está en desarrollo, el potencial de cómputo que tendremos disponible gracias a esta tecnología podría impulsar avances desde mejoras en la criptografía y ciberseguridad hasta el desarrollo de tratamientos avanzados en el ámbito de la salud, aplicaciones más avanzadas de inteligencia artificial, predicciones meteorológicas más precisas e incluso la preservación del medio ambiente.
Por ejemplo, la comprensión y procesamiento a través de la computación cuántica de los complejos procesos microscópicos relacionados con enfermedades como el cáncer podría acelerar la determinación de tratamientos, vacunas y medicamentos precisos en una fracción del tiempo actual.
Además, su impacto en tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, es innegable. La capacidad de la computación cuántica para manejar grandes volúmenes de datos en menos tiempo será clave para llevar la inteligencia artificial a nuevas alturas, haciéndola más accesible y extendiendo sus beneficios por todo el mundo.
Es importante destacar que, aunque los resultados tangibles de la computación cuántica aún están por verse, su potencial ya se refleja en la economía global. Según datos de 2023 de McKinsey & Company, la computación cuántica tiene el potencial de captar hasta USD $700 mil millones en valor de mercado hasta 2035, con estimaciones de superar los USD $90 mil millones anuales para 2040. El camino es claro, y es esencial no perder de vista las oportunidades para mejorar la vida de todos.
La próxima frontera tecnológica a cruzar
Sin embargo, debemos reconocer los desafíos que conlleva una revolución tecnológica de esta magnitud. Tomemos como ejemplo el semiconductor, la base de toda la tecnología moderna.
Desde su introducción en los años 50, hemos dedicado décadas a construir conocimiento e innovaciones basadas en esta tecnología. El mismo nivel de compromiso e inversión a nivel global será necesario para alcanzar la “practicidad cuántica“, el momento en el que veremos resultados tangibles en nuestras vidas.
Con este nuevo avance tecnológico surgen nuevos desafíos al tener acceso a una capacidad de cómputo sin precedentes. Creemos que toda tecnología es neutral y depende de nosotros, como raza humana, darle forma para el bien.
Con la computación cuántica, existe el riesgo de que esta capacidad se utilice para propósitos maliciosos, como romper llaves de cifrado en blockchain. Sin embargo, también tenemos la oportunidad de utilizarla para combatir enfermedades, predecir el clima y generar un impacto positivo en la humanidad. La responsabilidad de dar forma al uso de esta tecnología para el bien recae en nosotros.
Estoy convencido de que la computación cuántica representará un salto significativo en nuestra percepción de la tecnología y nuestra relación con ella. Estamos en el camino correcto para convertir sus potenciales aplicaciones en una realidad. Establecer puentes de colaboración entre la comunidad científica, académica, el sector público y las empresas será fundamental para generar el conocimiento necesario y alcanzar el futuro digital que buscamos.