Los hybrots son organismos cibernéticos que combinan neuronas, software y robótica. En su forma básica, los hybrots son robots controlados por las neuronas del cerebro de una rata. Esa mezcla inaudita fue hecha funcionar por vez primera por el Dr. Steve Potter de Georgia Tech en 2002 siguiendo estos pasos:
- Colocó gotas de una solución con miles de neuronas de rata sobre un chip de silicio
- En el chip incrustó unos 60 electrodos a su vez conectados a un amplificador
- Usó los electrodos para capturar las señales eléctricas generadas por las neuronas
- Recibió la señales amplificadas en una computadora
- De forma inalámbrica, hizo que la computadora enviara esas señales como datos para un robot
- Y como respuesta a esa actividad neuronal el robot activó sus motores para generar movimiento
El resultado son robots animados únicamente con cerebros biológicos. Cerebros en forma de cultivos de neuronas depositados sobre un arreglo de electrodos (MEA, o multi electrode array). Pero el asunto no termina allí porque el robot envía información de vuelta a las neuronas, información que las retroalimenta y estimula para formar un ciclo sin fin. Y aquí lo tienen, un hybrot “semi-vivo y coleando”:
Un hybrot no es un cyborg
Los cyborgs son seres vivos extendidos o mejorados con partes robóticas. Los hybrots son criaturas híbridas entre elementos orgánicos y artificiales. En este sentido, podría decirse que los hybrots son seres semi-vivos; exagerando un poco, son casi una especie rara de zombies cibernéticos, los pequeños monstruos de un moderno Víctor Frankenstein.
Neuronas y computación
Hacer que un robot sea controlado por células vivas es un experimento fuera de serie. Pero es apenas una parte del camino. Lo que el equipo del Dr. Potter e investigadores de otras partes del mundo quieren es desarrollar herramientas que aprovechen las propiedades computacionales de las neuronas. Dicho con otras palabras, el punto es crear cerebros vivos a partir de cultivos de neuronas que de por sí orgánicamente se auto organizan para formar redes y de estás redes, inteligencia y posiblemente algo más. Como dice el Dr. Potter:
Estoy invirtiendo toda mi carrera en el hecho de que existe un mundo de propiedades emergentes en esas redes neuronales del que no sabemos nada.
Cabe preguntarse en relación a los hybrots cuál es su esperanza de vida. La neuronas en cultivo pueden permanecer vivas unos cuantos meses.
Aplicaciones
- Creación de seres con inteligencia biológica cada vez más avanzada, pero con un duradero cuerpo robótico que le sostenga.
- Máquinas que se auto reparen, tal como lo hacen los seres vivos
- Creación de sistemas que provean un conocimiento antes confinado en las neuronas, pero que con los hybrots puede manifestarse de diversas formas, y además en tiempo real
- Explorar aspectos desconocidos de la memoria, como investigadores de la Universidad de Reading que usan hybrots para estudiar cómo las experiencias (las del robot en este caso) afectan la actividad neuronal, lo cual traería aplicaciones en personas afectadas por Alzheimer, por ejemplo
- Producción de arte como el de MEART, el artista semi-vivo, un robot controlado por una red de neuronas vivas que hace dibujos; en este caso la aplicación es más bien didáctica para difundir el conocimiento de esta tecnología
Aquí está uno de los dibujos de MEART (no le pidan demasiado, por favor):
Comentarios finales
¿Qué sigue? Tomar el control de esas semi-vidas, decodificar los algoritmos fundamentales detrás de las neuronas, optimizarlos, reimplementarlos biológicamente, experimentar hasta tener hybrots útiles, autónomos, semi-animales con cuerpo de acero e inteligencia orgánica que por lo mismo sea adaptable, auto reparable, con conductas sociales e impensables para sus contrapartes hechas de puro silicio.
Una vez decodificados, esos algoritmos pueden alimentar inteligencias artificiales que aprendan y actúen en mundos virtuales como el de Internet (pronto tendremos oportunidad de hablar de los Animats). Siendo las neuronas un sistema donde conviven caos y complejidad, las consecuencias son emocionantemente inesperadas.
Lo cierto es que con el trabajo del Dr. Steve Potter y los que le siguen, ha iniciado la era de los seres semibiológicos.
Extraído de Alt1040