La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) ha dado un paso crucial en su ambiciosa carrera espacial con la presentación de un innovador cohete reutilizable.
Éxito rotundo en las pruebas
Este hito tecnológico marca un antes y un después en el programa espacial chino, abriendo las puertas a futuras misiones tripuladas a Marte y la Luna, y sentando las bases para una industria aeroespacial más eficiente y rentable.
El pasado sábado, la CASC completó con éxito dos pruebas de ignición en tierra del nuevo cohete, según informa el medio Global Times. Estas pruebas representan un avance significativo en la tecnología de propulsión espacial china.
El corazón de este cohete reutilizable es un motor de queroseno y oxígeno líquido de 130 toneladas, capaz de soportar 15 pruebas repetidas y hasta 30 encendidos sin fallo alguno.
Este sistema de propulsión, con más de 3.900 segundos de funcionamiento a pleno rendimiento, ha batido récords en China en cuanto a número de pruebas para motores principales de cohetes líquidos.
Ventajas significativas
Los expertos destacan las múltiples ventajas de este cohete reutilizable frente a los modelos tradicionales. Entre ellas se encuentran:
- Aterrizaje preciso y estable: El cohete regresa a tierra con gran precisión, lo que facilita su recuperación y reutilización.
- Durabilidad: El diseño está pensado para soportar múltiples misiones espaciales, reduciendo significativamente los costes operativos.
- Reparación rápida: Los ingenieros chinos han desarrollado técnicas que permiten reparar el cohete de forma rápida y sencilla, minimizando el tiempo de inactividad.
- Reutilización integral: China busca crear una estructura completa de reutilización, tanto para los motores como para otras partes del cohete.
Un futuro prometedor
La CASC tiene previsto realizar las primeras pruebas de vuelo del cohete reutilizable en 2025 y 2026.
Se espera que este nuevo avance impulse el desarrollo de otros cohetes en fase de lanzamiento y contribuya a reducir drásticamente los costes de la exploración espacial, liberando recursos para nuevas investigaciones y proyectos ambiciosos.
La presentación de este cohete reutilizable por parte de China es un claro indicio de sus aspiraciones de liderazgo en la carrera espacial global.
Con este nuevo hito tecnológico, el gigante asiático se posiciona como un actor clave en el futuro de la exploración espacial, abriendo un camino prometedor hacia misiones tripuladas a otros planetas y un mayor conocimiento del universo.