Google sería acusado de ejercer prácticas monopólicas de nuevo. Esta vez no es Rusia, Europa o India, sino en Estados Unidos, donde antes se le había acusado pero salió libre de culpa y ahora sería investigando de nuevo al no permitir el acceso a sus plataforma móvil a sus competidores.
La Comisión Federal de Comercio de ese país, llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia, para empezar a realizar una investigación acerca del uso de Android, debido a acusaciones de la competencia quienes lo acusan de que da prioridad a sus propios servicios en su plataforma móvil, restringiendo otras.
La solicitud está en sus primeras etapas, y al terminar de armarse podría conducir a una acusación formal por prácticas monopólicas. La acusación transcurre dos años después de la mas reciente en donde se investigó sus prácticas de su navegador y como al final no sucedió nada, esto dejó con mal sabor de boca a varias empresas tecnológicas que se quejaron, aunque al final Google cedió en cuanto a cambiar algunas prácticas y eliminar restricciones en el uso de su plataforma de publicidad y eliminar los resultados de las empresas que no deseaban salir en ese buscador.
Esta acusación llegaría después de la hecha en Europa por el uso del buscador de Internet aunque por ahora igual empezaron su investigación por el uso de Android, después de recibir quejas de Microsoft Corp., Expedia Inc. y Nokia Oyj. En este caso, la Comisión Europea ha solicitado información a los fabricantes, socios y operadores de redes, para determinar si Google los ha amenazado de alguna forma para poder trabajar con su plataforma.
Como se sabe, Android posee el 59% del mercado de smartphones en Estados Unidos en el segundo trimestre de este año, iOS el 38% y Windows Phone el 2.35%. El uso de Android implica varios servicios ligados a productos de Google, como mapas, búsquedas entre otros, que no permiten desde fábrica de la competencia. Se supone que cualquier empresa que “una” sus servicios y productos incurre en prácticas monopólicas, sobre todo si domina en un área específica, como lo es Android, por lo que los usuarios tienen que recurrir a comprar productos o servicios por su cuenta si no desean usar el que trae el equipo, pero se supone que si tienen la opción de poder hacerlo, no hay tal violación.
Lo cierto es que en Estados Unidos las empresas no confían del todo en estos organismos después de que se filtraron documentos confidenciales acerca de las quejas hechas hacia Google, además de que consideraron que no se hizo una buena investigación desde el comienzo y no se protegió la confidencialidad de los involucrados y consideraron que fueron influidos por ellos.
En esta acusación, se plantea que el hecho de incluir de fábrica los servicios y productos en Android, daña a los desarrolladores de aplicaciones similares, así como a los fabricantes de dispositivos que tienen que usar a fuerza los mismos para poder acceder a Android., así como analizar a los fabricantes que han sido bloqueados de crear sus propias versiones de Android.
Con información de Bloomberg