Últimamente se ha escuchado que a pesar de los avances en la biometría con los lectores de huellas dactilares, estos no son completamente seguros, por eso una tercera generación estaría mejorando la seguridad para asegurarse que solo los usuarios vivos lo usen.
Mientras la segunda generación, la integrada dentro de las pantallas, apenas está siendo usada en algunos fabricantes, una tercera se asegurará de que no pase como en la primera, en donde hasta los muertos podían desbloquear sus equipos en algunos casos reportados (sin incluir los casos de clonación de huellas).
Los científicos del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan en Corea del Sur publicó un documento, en donde explica los trabajos iniciales en el sensor de huellas transparente y flexible, capaz de detectar la presión táctil y la temperatura del cuerpo.
Para lograr la flexibilidad, se usaría nanofibras y nanocables hechos de plata, que formarían los electrodos necesarios para medir la parte electrónica que genera el dedo. Niveles adicionales de seguridad al agregar el sensor de la temperatura, detectarían si el dispositivo es tocado por un dedor verdadero o un objeto inanimado. La temperatura debe estar entre 30 y 45 grados centígrados.
Los actuales sensores dentro de la pantalla se basan en sensores ópticos que iluminan el dedo por medio de la pantalla para hacer la lectura. son menos confiables y seguros que los sensores capacitativos, por lo que este cambio sería más confiable que los actuales. Y no solo eso, sino que los resultados incluso pasan los estándares que exige el FBI para la extracción de huellas.
Con información de Nature.com
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