Hace poco más de dos semanas, Corea del Sur anunció una inyección de 7.000 millones de dólares para impulsar a sus empresas locales en este sector clave.
Ahora, el país asiático va un paso más allá y busca incentivar la inversión a través de reformas fiscales y una posible alianza con China y Japón.
Un programa para empresas más valiosas
Según el ministro de finanzas surcoreano, Choi Sang-mok, el país está explorando medidas fiscales dentro del marco del “Programa de Aumento de Valor”.
El objetivo es claro: convertir a sus empresas en entidades más atractivas para los inversores, lo que se traduciría en un mayor flujo de capital para la producción de chips y otras tecnologías de vanguardia.
Choi enfatizó la importancia de encontrar un equilibrio entre la equidad y la efectividad al diseñar los incentivos fiscales. El objetivo principal es aumentar el valor de las empresas y, al mismo tiempo, fortalecer los paquetes de apoyo a la industria de semiconductores.
Ambición a nivel regional
Corea del Sur no se detiene ahí. Consciente del potencial de la colaboración regional, Choi mencionó la posibilidad de un acuerdo de libre comercio tripartito con China y Japón.
Esta alianza estratégica buscaría potenciar las exportaciones y fortalecer las cadenas de suministro en la industria de semiconductores, beneficiando a las tres naciones asiáticas.
Las medidas audaces de Corea del Sur, junto con la posible alianza con sus vecinos asiáticos, posicionan al país como un actor clave en la carrera global por el dominio de la industria de chips.
Se espera que esta estrategia impulse la innovación, genere empleos y consolide la posición de Corea del Sur como un centro tecnológico de vanguardia.