Samsung presentó esta mañana la nueva tecnología BRITECELL, enfocada a mejorar todavía más el desempeño de los sensores fotográficos de la compañía, superando los resultados obtenidos por el Galaxy S6, por lo cual el fabricante podría utilizar dicha tecnología en el próximo flagship, el Galaxy S7.
El nuevo sensor BRITECELL de Samsung presenta una reducción de tamaño de hasta el 17%, permitiendo diseñar móviles mucho más delgados. Este sensor promete una sensibilidad mayor en condiciones de baja iluminación, generando mucho menos ruido sin perder la sensibilidad en 1.12 µm al sustituir el pixel verde del RGB por uno blanco, creando así una RWB más brillante.
Samsung también añadió a este sensor la tecnología Smart WDR, cuya función es mejor el rango dinámico para exponer diferentes pixeles con distintas cantidades de luz, siendo posible gracias a la separación entre los pixeles del sensor apoyándose en un autofoco de detección de base.
Sin embargo, Samsung no confirmó que este sensor sea utilizado en algún smartphone, pero existe una alta probabilidad de que sea implementado en el nuevo Galaxy S7, desmintiendo los rumores sobre el uso de un sensor fotográfico de Sony.
Además, Samsung presentó el nuevo chipset, BioProcessor, una solución que une en un solo componente los distintos sensores utilizados en los wearables para monitorizar la salud.
El nuevo bio-procesador de Samsung es 50% más pequeño que las soluciones actuales y consume la mitad de energía, siendo capaz de controlar el ritmo cardíaco, realizar electrocardiogramas, medir la grasa corporal, e incluso funcionar como una firma o llave biológica para desbloquear gadgets, y confirmar pagos móviles.
Con información de Sammobile
