ARM ha decidido expandir su enfoque más allá del diseño de semiconductores y adentrarse en la fabricación de sus propios chips con el objetivo de exhibir sus tecnologías más innovadoras.
Por ahora únicamente un prototipo
Aunque inicialmente se trataría de un prototipo, esta decisión podría generar preocupación entre sus principales clientes.
Según un informe de Financial Times, ARM tiene planes ambiciosos para el futuro que van más allá del diseño de semiconductores. La compañía británica planea fabricar su propio chip para mostrar las capacidades de sus tecnologías, una decisión que ha generado preocupación entre sus principales clientes.
El procesador que ARM está desarrollando se describe como el más avanzado hasta la fecha y ya lleva seis meses en proceso aproximadamente. Para llevar a cabo este proyecto, se ha conformado un nuevo equipo de ingeniería encargado de liderar los trabajos.
Sin planes para venderlo
ARM, propiedad del grupo japonés Softbank, planea lanzar un prototipo de chip en lugar de un componente destinado a la producción en masa. Según se informa, la idea de ARM es utilizar el hardware como un escaparate para generar mayor interés mientras se prepara para su salida a bolsa tras el fallido intento de adquisición por parte de NVIDIA.
Aunque fuentes cercanas a ARM aseguran que no tienen planes de ingresar en la comercialización de chips de fabricación propia, la estrategia de la compañía ha generado preocupación en la industria.
Algunos temen que ARM desarrolle un chip lo suficientemente avanzado como para dejar de ser un “diseñador neutral” y convertirse en un competidor directo. Sin embargo, la situación es más compleja de lo que parece en teoría. Empresas como Qualcomm o MediaTek estarían particularmente preocupadas por estas especulaciones.
Podría ser una gran competencia
ARM es una empresa líder en el diseño de semiconductores, pero hasta ahora nunca se había involucrado en la manufactura de hardware, excepto algunos chips de prueba muy específicos. Esta postura le ha otorgado el sobrenombre de “neutral” y ha permitido a ARM llevar su tecnología a una gran variedad de dispositivos.
De hecho, sus procesadores son líderes en el mercado de smartphones con una cuota de alrededor del 95 %. Sin embargo, la empresa ahora estaría apostando por fabricar su propio chip, lo que ha generado preocupación en la industria, especialmente entre sus principales clientes como Qualcomm o MediaTek.
Aunque ARM ha asegurado que no tiene planes de comercializar su chip de fabricación propia, esto no ha evitado especulaciones y temores de que la empresa se convierta en competidor directo.
Qualcomm y Mediatek
Además, salir a competir con sus clientes podría ser peligroso en términos financieros y plantear un debate ético sobre aprovechar años de conocimiento de los desarrollos de sus competidores. ARM depende en gran medida de un pequeño grupo de clientes, y la pérdida de unos pocos socios clave podría afectar seriamente su crecimiento.
No obstante, esto no significa que la empresa se quede de brazos cruzados, como lo demostró cuando demandó a Qualcomm por infracción de licencias tras la compra de Nuvia.
ARM opera actualmente bajo un modelo de licencias, donde cede su tecnología a socios y fabricantes de chips, incluyendo a MediaTek y Qualcomm. Estos socios pagan a ARM una tarifa por la licencia, así como regalías por chip basadas en el precio promedio de venta.
Sin embargo, es importante destacar que este modelo no se aplica a Samsung y Apple, quienes tienen acuerdos directos con la compañía británica.