Hace cincuenta años, el 19 de abril de 1965 para ser exactos, Gordon Earle Moore formulo mediante sus propias observaciones lo que hoy en día conocemos como la ley de Moore. En vísperas de su aniversario analizamos la manera en la cual ha transformado la ingeniería y cuál es su futuro en este mundo de nuevas tecnologías.
¿Qué es la ley de Moore?
Lo primero que se debe aclara es la controversia de llamarla “ley”, ya que para su formulación no se realizó en método científico como tal, sino que solo se basó en las observaciones y experiencia adquirida por Gordon Moore en sus años de trabajo, por lo cual muchas personas no consideran que sea precisamente una ley, sino más bien una especie de predicción justificada, que de cualquier manera ha sido sumamente acertada al pasar del tiempo, de ahí su importancia.
Cuando Moore trabajaba como jefe de laboratorio en Fairchild Semiconductor la revista Electronic publico un documento elaborado por él mismo en el cual se planteó por primera vez lo que conocemos como la ley de Moore, sus palabras fueron:
La complejidad de los componentes se ha multiplicado aproximadamente por 2 cada año. A corto plazo, se puede esperar que esta tasa se mantenga o incluso que aumente. A largo plazo, la tasa de crecimiento es menos predecible, aunque no hay razón para creer que no permanecerá constante por lo menos durante otros 10 años. Es decir, en 1975 el número de componentes en cada circuito integrado de bajo coste será de 65.000. Creo que un circuito tan grande puede construirse en una única oblea de silicio.
Como podemos leer, Moore planteo que la evolución que sufriría la capacidad de los procesadores aumentaría siguiendo una función lineal, después de 50 años dicha predicción se ha cumplido con bastante exactitud. Es importante aclarar que único parámetro que considero Moore, además del número de componentes, es el costo del producto.
Cumplimiento de la ley de Moore
Desde 1965 el cumplimiento de la ley de Moore ha permitido mejorar grandemente nuestra capacidad de crear tecnología, sobre estas líneas podemos ver la manera en la cual el número de transistores ha ido en aumento tras cada nueva versión de la familia Intel, sin embargo es más fácil entender como las cosas han evolucionado si lo ponemos en perspectiva, por ejemplo: si un rascacielos disminuyera su precio al ritmo de la Ley de Moore, una persona podría comprarlo por menos del costo de una PC actual, y si los rascacielos aumentasen en altura al ritmo de la Ley de Moore, serían 35 veces la altura del Monte Everest.
Pero, ¿hasta cuándo podremos mantener ese nivel de crecimiento?, ¿cuándo se dejara de cumplir la ley de Moore? Al día de hoy los procesadores de última generación usan la tecnológica de 14 nanómetros para poder incluir todos los transistores necesarios en un espacio tan pequeño, dentro de un año o dos estaremos hablando de los 10 nanómetros y posiblemente en 2020 estaremos fabricando procesadores a 7 nanómetros, y es ahí donde los limites fiscos y tecnológicos nos detendrán, o al menos lo harán si seguimos haciendo las cosas de la misma manera.
Y es que no podremos detenernos si queremos seguir avanzando, cada día tenemos necesidad de computadores más potentes y sobre todo más pequeñas, solo recuerden que aún estamos esperando la adopción del ‘internet de las cosas’ y con o sin ley de Moore se deberá contar con los procesadores capaces de satisfacer nuestras necesidades.
El futuro de la ley de Moore
Si se quiere seguir cumpliendo con la ley de Moore después del 2020, será necesario implementar tecnologías innovadoras que hoy en día ya se están desarrollando, una de ellas es la creación de capas de transistores en 3D, lo cual necesitaría que las capas se conectaran entre ellas, lo cual según los ingenieros de Intel, no es tan sencillo como pudiera parecer.
La computación cuántica parece ser más esperanzadora a pesar de que aún se encuentra en una etapa de desarrollo temprano, utiliza una arquitectura totalmente diferente y plantea el uso de qbits, que son bits que pueden ser 1 y 0 al mismo tiempo, es decir, el uso de esta tecnología plantearía una revolución en el computo que hoy conocemos.
Una tercera opción que se presenta es la computación neuromórfica, la cual plantea que la solución es simular el comportamiento del cerebro humano con la tecnología con la cual se cuenta hoy, es decir, se enfoca en el perfeccionamiento de la inteligencia artificial mediante el uso de pequeños módulos interconectados. Sea cual fuera la mejor opción, al final, lo importante es que ya se esta trabajando en ella y podemos estar seguro que el avance de la tecnología no se detendrá.
Si has leído esta nota tal vez ta has dado cuenta como es que la ley de Moore nos ha beneficiado, y es que si bien no es propiamente una ley, es una especie de reto personal que todos los ingenieros e investigadores se han propuesto superar. Con tal de cumplirla se han desarrollado tecnologías que permiten imprimir transistores del tamaño de bacterias y virus, se han logrado grandes avances en el campo de la inteligencia artificial, nos ha marcado las metas que debemos cumplir para seguir adelante y lo más importante, nos motiva a superar dichas metas.
Para finalizar te dejamos a continuación un video que puede resultar algo emotivo si pensamos hasta donde nos ha llevado el crecimiento acelerado propuesto por Gordon Moore, ya que él mismo nos cita su ley y hace una pequeña reflexión de la misma.